La emisión soberana latinoamericana en los mercados de capitales globales repuntó en el primer semestre de 2024 en relación con el primer semestre de 2023, ya que la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y las expectativas de tasas de interés más bajas abrieron una ventana de oportunidad después de dos años de emisión relativamente restringida.
La emisión externa en moneda fuerte creció un 20% interanual, a USD25 mil millones. La mayor parte de la emisión en moneda fuerte se mantuvo en dólares (91%), pero hubo operaciones en euros de Chile y México.
El volumen de emisión soberana de grado especulativo calificada por Fitch Ratings superó al grado de inversión por primera vez en varios años, con un 55% del total.
Fitch Ratings espera dos recortes de tasas de la Reserva Federal este año, pero la emisión puede desacelerarse en el segundo semestre de 2024 dada la volatilidad en torno a las elecciones estadounidenses y el fuerte financiamiento en el primer semestre de 2024.
El panorama fiscal es mixto, y Fitch espera “déficits aún amplios en algunos grandes emisores este año a pesar de la consolidación fiscal”. Es posible que se realicen prefinanciaciones para el próximo año, lo que podría impulsar la emisión hacia fines de año.
Crece la emisión global en moneda local
Cinco países soberanos llegaron al mercado con acuerdos globales en moneda local, incluida una emisión global inaugural en guaraníes de Paraguay. República Dominicana, Chile, Perú y Uruguay también llegaron con acuerdos globales en moneda local, lo que ayudó a diversificar las bases de inversores y reducir la proporción de moneda extranjera de la deuda gubernamental. Un cambio descendente en las curvas de rendimiento internas luego de los ciclos de flexibilización de políticas en el último año ayudó a reducir el costo de la emisión.
La emisión de deuda de los soberanos de Latam en los mercados de capitales mundiales se recuperó en el 1S24 en relación con el 1S23, debido a que los menores rendimientos de los bonos del Tesoro de EE UU y las expectativas de tasas de interés más bajas abrieron una ventana de oportunidad tras dos años de emisiones relativamente limitadas.
Por primera vez en varios años, las emisiones de los soberanos de grado especulativo superaron a las de los soberanos de grado de inversión, con un 55% del total.