Por Cecilia Barría
Si a la economía le va bien, baja el desempleo, hay más oportunidades de trabajo y, en teoría, los sueldos deberían subir. Pero como eso no ha estado ocurriendo en varios países desarrollados, los economistas están con las dos manos en la cabeza tratando de dilucidar qué le pasa al mercado laboral.
Hasta la Reserva Federal de Estados Unidos -equivalente al Banco Central de otros países- reconoció que estamos frente a un misterio.
“Habría esperado que los salarios reaccionaran más a la significativa reducción del desempleo”, declaró el presidente del organismo, Jerome Powell. “Es un poco un rompecabezas”, agregó.
Han surgido muchas respuestas para explicar el fenómeno. Una de ellas, que tiene un nombre bastante extraño, dice que los salarios se han estancado en EE UU en la última década porque existe un monopsonio (monopsony en inglés).
Pero, ¿qué significa eso?, el monopsonio laboral se produce cuando hay pocos empleadores.
El típico ejemplo es cuando una empresa grande llega a un pueblo pequeño y los habitantes del lugar se ven obligados a aceptar las condiciones que el nuevo empleador impone porque no tienen otra alternativa
“Poder monopsónico”
Como el desempleo en EE UU está actualmente en su nivel más bajo en casi medio siglo (3,7%), la inflación bajo control y el crecimiento pujante, el debate llegó al último encuentro anual de Jackson Hole en Wyoming, donde participa la élite de banqueros centrales, ministros, inversionistas, consagrados expertos.
Fue ahí donde Alan Krueger, profesor de la Universidad de Princeton y ex presidente del consejo de asesores económicos de Barack Obama, dedicó su intervención a este asunto.
“El poder monopsónico se ha generalizado en el mercado laboral de Estados Unidos”, aseguró.
“Cada vez que un empleador tiene la capacidad de fijar los salarios, está actuando como un monopsonista”, explicó el académico.
“Y ese poder ha crecido probablemente porque los tradicionales baluartes que ayudaban a compensar el poder monopsónico, como los sindicatos o el salario mínimo, son más débiles en la actualidad”, dijo.
El poder de pocos empleadores
La última investigación de Krueger, publicada por la Brookings Institution, plantea que los gigantes tecnológicos han adquirido poder monopsónico porque concentran una parte importante de la oferta laboral y tienen el poder de fijar los salarios, especialmente en las ciudades de menor tamaño, donde no hay otros oferentes de empleo que puedan hacerle competencia.
Otros expertos incluyen cadenas de supermercados y otros sectores manufactureros, aunque el fenómeno se da con más fuerza en zonas geográficas con pocos oferentes laborales.
El fenómeno varía sustancialmente de sector en sector y de ciudad en ciudad, pero la tendencia general, dicen los expertos, apunta a la concentración de empleadores.
El sueldo mínimo en EE.UU. es actualmente $7,25 la hora, un valor que no ha cambiado desde julio de 2009. En Honduras es de $1.45 la hora aproximadamente.
Y según Krueger, el valor real de ese salario mínimo ha caído cerca de un 20% desde 1979.
Múltiples mecanismos
Las empresas ejercen su poder monopsónico a través de varios mecanismos.
Las “cláusulas de no competencia” que están en los contratos de trabajadores que ganan sueldos bajos, son uno de ellos.
En estos casos, el empleado firma un documento donde se compromete a no trabajar para otra compañía del sector, incluso años después de que su empleo actual haya finalizado.
De ese modo queda “prisionero“ de su actual empleador porque se reducen sus opciones de movilidad laboral.
Es difícil detectar ese tipo de restricciones en empresas más pequeñas o menos expuestas al escrutinio público.
La otra fórmula, es cuando las empresas de un sector se ponen de acuerdo para no ofrecer empleo a los trabajadores de la competencia y evitar de esa manera, el alza salarial.
Este tipo de prácticas han sido detectadas en empresas del sector salud, fábricas procesadoras de carne y otras empresas.
“En las últimas décadas varios estudios han revelado que el monopsonio es omnipresente”, afirma Krueger.
“Hay trabajadores que ganan miles de dólares menos de lo que recibirían si sus empleadores no dominaran el mercado del trabajo”, le dijo a BBC Mundo.
Los otros problemas
Este no es, sin embargo, la única explicación posible para el fenómeno, que según algunos autores es el reflejo de otros problemas.
“En la era de la post-recesión, el subempleo ha reemplazado al desempleo“, aseguran en una investigación David Bell de la Universidad de Stirling en Escocia y David Blanchflower, exmiembro del Banco de Inglaterra y profesor del Dartmouth College.
“Y un gran número de trabajadores part-time en el mundo dicen que les gustaría tener más horas de trabajo”, aseguran los expertos.
Mientras que analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), como Yasser Abdih, sostienen que el estancamiento de los sueldos se debe a otras razones.
“Hay un bajo crecimiento de la productividad laboral”, entendida como la cantidad de bienes y servicios que se producen en una hora de trabajo”, explica.
Otros atribuyen el estancamiento a las nuevas tecnologías y la automatización del trabajo, la caída en los sueldos del sector manufacturero y la creciente brecha entre trabajadores más y menos calificados.
Pero las voces más críticas dicen que hay otro elemento que se suma a todo lo anterior: las empresas están maximizando sus ganancias en el corto plazo, pagándole lo menos posible a sus empleados.
Cualquiera sean las razones del estancamiento salarial, algo que le preocupa a muchos analistas, es la incógnita sobre si este fenómeno es un cambio de fondo que llegó para quedarse en las economías desarrolladas, o si es parte de una tendencia cíclica.