Los precios del crudo comienzan la semana con los niveles más bajos del año. Las protestas contra las estrictas restricciones por el covid-19 en China, el mayor importador petrolero mundial, avivan la preocupación de los inversionistas por las perspectivas de la demanda de combustible.
Los mercados se han mostrado volátiles en espera de la reunión con la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (Opep+) que se dará este fin de semana y por la limitación de los precios del petróleo ruso que ha dado el G7, según información de Reuters.
El West Texas, de referencia para Honduras, bajó a $74 el barril luego de tres semanas de pérdidas, mientras que el Brent cotizaba a alrededor de $81. Con anterioridad llegó a caer hasta los $73,60, su mínimo desde el 22 de diciembre de 2021.
“Además de las crecientes preocupaciones sobre una demanda de combustible más débil en China por el aumento de casos de Covid-19, la incertidumbre política, causada por las inusuales protestas contra las estrictas restricciones por el covid del gobierno en Shanghái, impulsaba las ventas”, dijo Hiroyuki Kikukawa, de Nissan Securities.
Durante los primeros cinco meses del año, el crudo presentó un repunte, sin embargo hacia agosto el alza se revirtió y se dieron pérdidas, después de las caídas de junio y julio. Algunas de las soluciones para enfrentarlo fueron el alza de las tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, pero las negociaciones por debajo del promedio golpean también fuerte al petróleo.
“El sentimiento actual es cualquier cosa menos optimista. No solo se confirma por la caída semanal de los precios de futuros absolutos, sino también por el contango que reapareció tanto en WTI y Brent la semana pasada”, dijo Tamas Varga, analista de la corredora PVM Oil Associates Ltd a Bloomberg.
Uno de los efectos más grandes ha sido la guerra de Rusia – Ucrania. Desde la invasión de Rusia a Ucrania el crudo Brent se disparó a $125 el barril, lo que ha generado caída en la ganancia para Arabia Saudita, Rusia, los Emiratos Árabes Unidos y otros productores importantes.
Ante esto, países se han dirigido hacia una política monetaria más estricta que ha consistido en poner un techo al precio de compra del crudo proveniente del segundo productor mundial de petróleo. De darse un límite en el precio de compra, Rusia tendría una disminución en sus ingresos, de los cuales destina un porcentaje para las fuerzas armadas que están en el conflicto contra Ucrania.
Sin embargo, el Gobierno de Rusia aseguró que presentará un decreto para prohibir cualquier tipo de venta a empresas y países que coloquen techo al precio de compra de su petróleo.
A este factor se le suma la incertidumbre por la política de covid cero del presidente Xi Jinping. China es el mayor importador petrolero mundial y ante sus duras restricciones se teme por la demanda del combustible. Este fin de semana se dieron protestas en ese país, incluso en Beijing y Shanghái, lo que podría afectarse con una posible amenaza de represión por parte del gobierno.