Los precios al consumidor en Estados Unidos cayeron inesperadamente en marzo ante el abaratamiento de la gasolina y los vehículos usados, pero es poco probable que la mejora en la inflación se mantenga después de que el presidente Donald Trump redobló los aranceles a los bienes chinos importados.
La primera caída mensual de los precios en casi cinco años informada por el Departamento de Trabajo el jueves también podría ser una señal de una desaceleración de la demanda en medio de mayores temores de recesión debido a los aranceles, y llevó a los mercados financieros a anticipar que la Reserva Federal podría recortar las tasas de interés en 100 puntos básicos este año.
“La buena noticia de una inflación débil en marzo debe tomarse con pinzas, porque la guerra comercial contra China, de donde provienen la mayoría de los bienes de consumo que compran los estadounidenses, se ha acelerado”, dijo Christopher Rupkey, economista jefe de Fwdbonds.
El índice de precios al consumidor (IPC) bajó 0,1% el mes pasado, la primera caída desde mayo de 2020, tras subir 0,2% en febrero, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado un ligero aumento de 0,1%.
Los precios de la gasolina cayeron 6,3 %. Los precios del petróleo crudo han disminuido debido a la creciente preocupación por la desaceleración de la economía mundial. El abaratamiento de la gasolina compensó con creces el aumento de los costos del gas natural y la electricidad.