El organismo regional recomienda dar subsidios a la población
Alrededor de 285.000 hondureños se sumarían a las filas de la pobreza este año elevando la cifra de 5.2 a casi 5.5 millones de personas, por efectos del Covid-19, según las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Según este organismo, que plantea tres escenarios (bajo, medio y alto), la pobreza pasaría de 54.8% de la población total, a 57,8%, en el peor escenario.
Esto representa un aumento de 3%, superior al promedio latinoamericano de 2,6%. Con una población de 9.5 millones de hondureños, las cifras de Cepal estiman un aumento de hasta 285.000 afectados.
De esta cifra, el 20,5% viven en pobreza extrema lo que representa a 1.1 millones de hondureños, con un aumento de casi 1%.
El Informe Especial Covid-19 N⁰ 3, titulado El desafío social en tiempos del COVID-19, señala que la pobreza en Latinoamérica aumentará 4,4 puntos porcentuales (28.7 millones), lo que representa 214 millones de latinoamericano, el 34,7% de la población regional.
Los países con la mayor pobreza en Latinoamérica son de Centroamérica y los lidera Honduras (57,8%), Nicaragua (52,7%) y Guatemala (50,9%).
Ayudas directas
Para enfrentar los impactos socioeconómicos de la crisis producida por la enfermedad del coronavirus (Covid-19), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) propone que los gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales inmediatas para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares.
Esto será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida. Además, en el largo plazo, el organismo reitera que el alcance de esas transferencias debe ser permanente, ir más allá de las personas en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables a caer en ella, para asegurar el derecho básico a la sobrevivencia, señaló su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena.
En una conferencia de prensa virtual transmitida en vivo desde Santiago de Chile, Bárcena entregó también los detalles de la propuesta de la Cepal sobre un ingreso básico de emergencia (IBE) que se debe implementar inmediatamente, con perspectivas de permanecer en el tiempo de acuerdo con la situación de cada país.
Esto es especialmente relevante dado que la superación de la pandemia tomará su tiempo y las sociedades deberán coexistir con el coronavirus, lo que dificultará la reactivación económica y productiva.
La Cepal propone la entrega de un ingreso básico de emergencia (IBE) equivalente a una línea de pobreza (costo per cápita de adquirir una canasta básica de alimentos y otras necesidades básicas) durante seis meses a toda la población en situación de pobreza en 2020 (es decir, 215 millones de personas o el 34,7% de la población regional).
Esto implicaría un gasto adicional del 2,1% del PIB para abarcar a todas las personas que se encontrarán en situación de pobreza este año.