La población blanca de Estados Unidos ha disminuido por primera vez en 232 años, y su peso sobre el total demográfico ha retrocedido 8,6% en la última década. En la actualidad, este grupo poblacional representa cerca de 57,8% de los habitantes del país.
De acuerdo con los datos publicados del censo realizado en 2020, las personas que se identifican como afroamericanos, latinos, asiáticos o mestizos han aumentado en el país, que ahora registra la demografía más diversa de su historia.
Así mismo, los datos dan cuenta del robustecimiento de las grandes ciudades y la fuga de habitantes de las zonas rurales, lo que se evidencia en que la mitad de los condados han reducido su población con respecto a 2010.
Las cifras preliminares muestran que la población estadounidense asciende a 331.45 millones de habitantes, que representan un incremento de 7,4% con respecto a las arrojadas en el censo de 2010. Sin embargo, el crecimiento de la población viene registrándose, de manera casi generalizada, en las comunidades mayoritariamente no blancas.
Los latinos ahora son 62,1 millones, que equivalen a 18,7% del total, lo que supone un aumento frente al 16,3% que representaban en 2010. Las estimaciones indican, además, que este grupo ha aportado la mitad del crecimiento poblacional de la última década.
La comunidad afroamericana, por su parte, creció 5,6% en el mismo periodo, mientras que la asiática lo hizo en 35%.
El cambio en la composición demográfica estadounidense, han explicado varios expertos, tiene que ver con que la población blanca viene envejeciendo de manera acelerada, mientras que los otros grupos étnicos incorporan más jóvenes.