Energía del Pacífico (EDP) inició oficialmente la operación de su mega planta de gas natural licuado, ubicada en Acajutla, El Salvador. La planta de gas natural representa la inversión privada más grande en el vecino país, superior a los $1,000 millones y generará 309.7 megavatios (MW) de potencia.
El proyecto, que inició en 2015, contó con capital propio y con cuatro financistas: la financiera estatal finlandesa (Finnvera), el banco alemán KFW, Overseas Private Investment Corporation (OPIC) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), el brazo financiero del Banco Mundial.
“Hemos llegado a este momento cúspide en el que EDP se convierte en un generador del sistema eléctrico, estamos listos para operar comercialmente nuestra planta, bajo un estricto compromiso de generar energía limpia, confiable y segura para El Salvador y la región”, dijo Alberto Osorio, Director de Proyecto de EDP.
El ejecutivo agregó que con la nueva planta “estamos seguros de que seremos un generador de energía eléctrica muy competitivo a nivel local y regional. Con EDP, El Salvador diversifica su matriz de generación eléctrica y robustece su sistema energético, ya que, con la introducción de gas natural, el país tendrá acceso a una nueva fuente de energía más limpia, cumpliendo así uno de los ejes estratégicos de la política energética del país”.
Entre los principales beneficios de la planta destacan la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero por encima de 400,000 toneladas equivalentes de CO2 al año; la introducción del gas natural en El Salvador; mejoras para ampliar y robustecer la infraestructura de la red nacional de transmisión de electricidad; la generación de empleos locales, directos e indirectos; y la inversión en proyectos sociales que impactan positivamente a los pobladores de la zona de influencia de la planta.
La planta, que operará por los próximos 20 años, cuenta con 19 motores de combustión interna a base de gas natural, una turbina de vapor de 28 MW y una infraestructura para gas natural licuado (GNL) que incluye la terminal flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU por sus siglas en inglés) BW Tatiana, que garantizan disponibilidad de energía en el mercado salvadoreño.