Los últimos ajustes de carteras de los inversores antes del cierre del año amplían la escalada que acumula el precio del petróleo. El barril de Brent supera por momentos los $67,5, sus cotas más elevadas en más de tres meses, desde mediados de septiembre, cuando los ataques a instalaciones saudíes desataron la mayor subida desde la Guerra del Golfo de 1991.
Las últimas subidas han permitido afianzar la cotización del barril tipo West Texas, de referencia en Estados Unidos, por encima de la barrera de $60. En sus avances supera los $61.
La escalada del barril de Brent por encima de los $67 eleva por encima del 25% la revalorización acumulada en 2019, y permite borrar todas las pérdidas sufridas en 2018, cuando se desinfló un 19% desde los $66 hasta los $53.
Los inversores mantienen las compras en el mercado del petróleo después de conocerse un descenso mucho más acusado de lo esperado en los inventarios semanales de crudo en Estados Unidos, El ‘stock’ se redujo la semana pasada en 7,9 millones de barriles.
Las subidas en el precio se han afianzado en las últimas semanas ante la expectativa de una inminente rúbrica de la primera fase del acuerdo comercial entre EE UU y China. Desde Pekín han confirmado en las últimas horas que están en contacto con Washington para concretar la firma.
La tregua comercial despejaría las perspectivas de crecimiento de la economía mundial para 2020, y de paso, permitiría reforzar las previsiones de demanda de crudo. Las menores sombras sobre la demanda se producirían en paralelo, del lado de la oferta, al recorte adicional de producción aprobado este mismo mes por la Opep y sus aliados.
El recorte de 2,1 millones de barriles diarios que adoptarán a partir del 1 de enero la Opep y aliados como Rusia representa cerca de un 2% de la demanda global de petróleo, en un esfuerzo por compensar el incesante aumento de bombeo de países como EE UU. su producción alcanza niveles récord gracias al auge del ‘shale oil’.