Los precios del crudo bajaron cerca de un 1% este martes, después de que la tormenta Beryl que azotó un centro petrolero clave de Estados Unidos en Texas causara menos daños de los que esperaban los mercados, aliviando la preocupación por la interrupción del suministro.
Al cierre de sesión, los futuros del Brent perdieron 1,09 dólares, o un 1,3%, a 84,66 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) cedió 92 centavos, o un 1,1%, a 81,41 dólares.
Aunque la actividad de refino de petróleo se ralentizó y algunos centros de producción fueron evacuados, las principales refinerías de la costa estadounidense del Golfo de México parecieron sufrir un impacto mínimo tras el paso del huracán Beryl, que se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical tras golpear la costa de Texas.
El estado de Texas representa más del 40% del crudo suministrado en el país, el principal productor del mundo.
“A medida que recibimos más informes de Texas y Houston sobre áreas algo inundadas, pero que están bien, la angustia abandona el mercado”, dijo John Kilduff, socio de Again Capital en Nueva York.
Los principales puertos petroleros de Corpus Christi, Galveston y Houston fueron cerrados antes de la tormenta. El canal de navegación de Corpus Christi reabrió el lunes y se preveía que el puerto de Houston reanudara sus operaciones más tarde en el día. Varias refinerías clave, como Marathon Petroleum, también se preparaban para reactivar sus unidades de refino.
Los actores del mercado también están pendientes de la situación en Oriente Medio. Los precios del crudo bajaron un 1% en la víspera, por esperanzas de que un posible acuerdo de alto el fuego en Gaza reduzca la preocupación por la interrupción del suministro petrolero mundial.