Las menores exportaciones, especialmente de la maquila, por el toque de queda por el coronavirus Covid-19, han impactado en cerca del 25% de la actividad del principal puerto del país, según la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC).
Según Valmir Corujo, director general de la OPC, las importaciones mantuvieron su nivel, la semana pasada, con el ingreso de alimentos y de materia prima solicitada por las maquilas con antelación al toque de queda.
También se registraron importantes compras de bebidas previstas para el feriado de la Semana Santa, pero que han tenido que ser llevadas a bodegas y almacenes fiscales, por la cuarentena decretada.
“La importación no muestra reducción porque toma tiempo parar pedidos, hay mucha carga en Estados Unidos y al determinar que paren tarda de dos a tres semanas. El impacto en volumen de maquila lo veremos a mediados de abril”, declaró.
Carga diaria se mantuvo en 550 contenedores.
Reconoció que la maquila, con excepción de la producción de insumos hospitalarios, ha bajado su actividad y con ello sus exportaciones, pero siguen transfiriendo materia prima a sus fábricas.
La maquila y café, agregó, han bajado el volumen de exportaciones del Puerto en un 25%. “Esperamos que los mejores precios del café permitan una mejora de esas exportaciones”, agregó.
Sobre la actividad del puerto sostuvo que siguen al “100%, dando continuidad de la cadena de suministros en Honduras de petróleo, aceites, medicinas y alimentos, así como también asegurándonos que todo se gestione bajo un estricto protocolo de bioseguridad”.
“Las empresas que están excluidas del toque de queda, están llegando y moviendo su mercadería y nuestra logística no puede parar. Nuestros colaboradores están claros que debemos seguir moviendo el puerto porque es punto clave para la economía hondureña”, apuntó.
El personal cuenta con las medidas de bioseguridad y no se permite que bajen personas de los buques para evitar el riesgo de contagio. También se mantiene el paso de productos que llegan a Puerto Cortés con destino hacia El Salvador y Nicaragua, y de estos países al exterior.
Explicó que este protocolo de bioseguridad quedó activado desde el pasado 13 de marzo para todo el personal que entra a la terminal, incluyendo colaboradores y usuarios.
Además, por disposiciones de la Empresa Nacional Portuaria (ENP), está terminantemente prohibido el embarque y desembarque de marinos a bordo de los buques hasta nueva orden.
De acuerdo a Corujo, el personal que hoy no se encuentra físicamente en el puerto, está haciendo teletrabajo, y las personas con condiciones médicas y vulnerables al contagio del COVID-19 están en auto aislamiento.
Mercadería parada y costos
Sobre el problema de retiro de mercadería por la cuarentena y los costos de almacenaje, el ejecutivo explicó que “eso tiene problemas para el puerto también ya que nosotros no somos parqueo y no se pueden tener contenedores acumulados”.
“Nosotros estamos dando las facilidades para que lleven sus productos a bodegas o almacenes fiscales, por ejemplo hay distribuidores de bebidas que compraron pensando en el feriado (Semana Santa) y ahora hay Ley Seca, entonces se les ha ayudado para que lleven ese producto fuera del plantel y lo muevan posteriormente”.