La agencia Moody’s ha rebajado la calificación crediticia de Israel, la primera degradación de la historia del país, y le ha asignado además una “perspectiva negativa” a la nueva nota.
De esta forma la calificación para la solvencia de la economía israelí ha pasado del máximo de A1 a A2, ha anunciado Moody’s, en la primera rebaja de la nota a Israel desde que sus bonos comenzaron a ser valorados por las agencias internacionales de evaluación de riesgo de inversión hace unas tres décadas.
La agencia de calificación también ha reducido su perspectiva para la deuda de Israel a “negativa” debido al “riesgo de una escalada” con el grupo libanés Hizbulá, mucho más poderoso que Hamás, y que opera a lo largo de su frontera norte.
La guerra comenzó el 7 de octubre cuando Hamás invadió las comunidades del sur de Israel desde Gaza y mató a unas 1.400 personas. La ofensiva aérea y terrestre de represalia de Israel ha matado a más de 27.000 personas en Gaza, según funcionarios de salud en el territorio dirigido por Hamás.
Moody’s ha explicado que la bajada de la nota se ha hecho tras “evaluar el actual conflicto militar con Hamás, y sus consecuencias más amplias que aumentan materialmente el riesgo político para Israel, debilitan sus instituciones ejecutivas y legislativas y su fortaleza fiscal en el futuro próximo”.
La carga presupuestaria que implica la guerra, el gasto el armamento, el pago a los soldados, el frenazo en la economía ante la movilización de más de 360.000 reservistas que han tenido que dejar sus trabajos han lastrado el crecimiento económico de Israel y suponen un lastre para las finanzas y la deuda públicas.
“La economía israelí es fuerte. La rebaja de la calificación no tiene nada que ver con la economía, sino que se debe enteramente al hecho de que estamos en guerra”, ha defendido en un comunicado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu tras el anuncio de Moody’s.
“La calificación volverá a subir en el momento en el que ganemos la guerra, y la ganaremos”, ha señalado.
Tras el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre que dio comienzo a la guerra, Standard & Poors ya rebajó la perspectiva crediticia de Israel de estable a negativa por el riesgo de expansión del conflicto, mientras que la otra gran agencia crediticia, Fitch, puso al país “bajo vigilancia negativa” por el mismo motivo.
El anuncio de Moody se ha producido cuando la coalición de Gobierno está modificando el presupuesto para 2024 y adaptándolo a los tiempos de guerra.
El proyecto de ley presupuestaria para 2024 ya fue aprobado en primera lectura el pasado miércoles en el pleno del Parlamento, que deberá votarlo dos veces más antes de su total aceptación.
Los legisladores votaron 57-50 a favor de aprobar el paquete de gasto adicional para la guerra de 584.000 millones de shekels (159 mil millones de dólares).
El Gobierno israelí debe aumentar la emisión de bonos para financiar su déficit presupuestario, que se elevó al 4,8% del PIB el pasado enero y se espera que alcance el 6,6% del PIB a finales de 2024.