Moody’s cambió este viernes de estable a negativa la perspectiva de la calificación soberana de Panamá, que mantuvo en Baa3, ante “un deterioro mayor al esperado del balance fiscal en 2024 y obstáculos significativos para lograr una rápida consolidación fiscal”.
Esos dos elementos indican “riesgos de que los indicadores de deuda y asequibilidad de la deuda soberana se debiliten materialmente”, indicó la calificadora en un mensaje distribuido a los medios.
“A pesar de la disposición del nuevo gobierno” asumido en julio pasado por el presidente José Raúl Mulino, “para abordar los desafíos fiscales estructurales, como se muestra en la discusión en curso sobre la reforma de pensiones, las rigideces presupuestarias subyacentes podrían limitar la capacidad de las autoridades para reducir materialmente los déficits fiscales y estabilizar los indicadores de deuda”, añade la calificadora.
Moody’s agrega que la “afirmación de la calificación” de Baa3 refleja su opinión de que “la fortaleza económica de Panamá sigue siendo favorable para el perfil crediticio soberano”, ya que la calificadora espera “que el crecimiento económico se mantenga fuerte en comparación con sus pares”.
“También notamos una mayor disposición del gobierno para implementar políticas que aborden las presiones fiscales en comparación con administraciones anteriores. Aunque la dolarización impone restricciones a la formulación de políticas, reduce los riesgos de vulnerabilidad externa, contribuyendo a la estabilidad macroeconómica general y limitando los riesgos de un deterioro abrupto de los indicadores crediticios de Panamá”, agrega.
Por su parte, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) destaca este viernes en un comunicado que “Moody’s advierte que para 2025 y años subsiguientes será necesario ajustar las leyes especiales que incrementan el gasto y limitan el esfuerzo hacia la consolidación fiscal”.
“También resalta entre los riesgos que enfrenta el país, la posibilidad de que la Caja de Seguro Social no pueda hacerle frente al pago de pensiones futuras, si no se realizan reformas al sistema”, subraya la cartera panameña de economía.
El martes pasado, Standart & Poor’s (S & P) redujo la calificación crediticia de Panamá de BBB a BBB- con perspectiva estable, ante la debilidad de los ingresos fiscales y el consecuente aumento de la deuda pública y de la carga de intereses de la misma.
Así lo explicó el titular del MEF, Felipe Chapman, quien señaló que la decisión de S & P era previsible dado el “deterioro fiscal” heredado del gobierno anterior, de Laurentino Cortizo (2019-2024 / Partido Revolucionario Democrático – PRD), que recibió una deuda de 26.612 millones de dólares (unos 25.152 millones de euros) y la dejó en 51.812 millones de dólares (unos 48.970 millones de euros), según las cifras oficiales.
Pese a la rebaja de la calificación, Panamá mantiene el grado de inversión otorgado por S & P, recalcó el ministro en una comparecencia ante la prensa en la sede del Gobierno.
El pasado 28 de marzo la calificadora Fitch quitó el grado de inversión a Panamá al degradar a BB+ desde BBB- la calificación de la deuda soberana del país, una medida que entonces ya habían anticipado los mercados.