La elección de Donald Trump como presidente y el posible control del Congreso por parte del Partido Republicano han suscitado preocupaciones sobre la salud fiscal de Estados Unidos, según Moody’s.
La agencia de calificación crediticia señaló que las políticas económicas de Trump, que incluyen recortes de impuestos y aranceles, podrían impulsar el crecimiento, pero también aumentar la inflación y los déficits presupuestarios.
A principios de esta semana, tras la victoria de Trump, se produjo una notable venta masiva de bonos gubernamentales. Esta reacción está vinculada a las expectativas de que los planes de Trump podrían implementarse rápidamente con una mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso, un escenario que parecía cada vez más probable el viernes.
Moody’s, en una nota publicada el 07.11.2022, destacó el potencial deterioro de la fortaleza fiscal y su posible impacto negativo en el perfil crediticio soberano de EE UU. La agencia citó las políticas fiscales propuestas por Trump durante su campaña y la probabilidad de su aprobación, debido a la cambiante composición del Congreso, como factores que aumentan el riesgo para la estabilidad fiscal del país.
A pesar de estas preocupaciones, Moody’s sigue siendo la única agencia de calificación importante que mantiene una calificación crediticia triple A para el gobierno de EE UU. Sin embargo, la perspectiva de esta calificación se rebajó a “negativa” desde “estable” en noviembre del año pasado. Moody’s suele resolver este tipo de perspectivas en un plazo de 18 a 24 meses, lo que podría significar un retorno a una perspectiva estable o una rebaja en la calificación.
La agencia también señaló el potencial de cambios rápidos en las políticas con el control republicano de las ramas legislativa y ejecutiva. Tales cambios podrían tener un impacto significativo en varios sectores, incluyendo la manufactura, la tecnología y el comercio minorista, con ajustes potencialmente abruptos y amplios en las políticas fiscales, comerciales, de inmigración y climáticas.
