El prolongado paro del transporte en las fronteras entre Nicaragua y Costa Rica sigue sumando pérdidas al aparato productivo regional y, particularmente, a la industria de alimentos procesados y bebidas.
El foco del problema es la disposición unilateral que adoptó el Gobierno de Costa Rica de restringir el ingreso de transportistas centroamericanos para la carga, descarga y de tránsito internacional otorgando un plazo de 72 horas en almacenes fiscales que ha designado por el covid-19.
Para Honduras, que aplica medidas recíprocas en las aduanas (no permitirá registro e inicio en Honduras del DUCA-T de transportistas con destino o código de Costa Rica), el daño comercial es en importaciones con unos 33 millones de dólares mensuales.
En el primer trimestre del año, Honduras exportó 27.2 millones de dólares a Costa Rica, mientras importó 101 millones de dólares. La mayor parte de ese comercio es terrestre.
El paso de mercadería hacia y desde Panamá es el más afectado, aunque el intercambio comercial es menor con Honduras.
Mil contenedores parados La embajadora de Honduras en Nicaragua, Diana Valladares confirmó que al menos mil transportistas están varados desde hace 15 días en la frontera de Peñas Blancas, entre Nicaragua y Costa Rica.
En los listados oficiales de la embajada son 112 transportistas hondureños, de los que 20 lograron retornar al país.
“El presidente (Juan O.) Hernández pidió hacer las gestiones con el gobierno de Nicaragua para que el transporte de carga pueda ingresar a territorio costarricense ya que la aduana se encuentra cerrada”, manifestó.
Dijo que los transportistas con productos perecederos con destino a Costa Rica decidieron retornar a Honduras para no aumentar pérdidas y esperar la apertura de la aduana.
La embajadora aseguró estar en reuniones con delegados de Nicaragua y Costa Rica con la intención de llegar a un acuerdo y que se pueda dar paso para que los transportistas de carga pesada puedan ingresar.
Mayor impacto para Costa Rica y Guatemala Por el momento, las pérdidas se siguen sumando y son mayores para Costa Rica y Guatemala. El sector de alimentos y bebidas del vecino país reporta pérdidas de 53 millones de quetzales (6.8 millones de dólares) que no se han logrado despachar hacia Costa Rica y viceversa.
Mientras Costa Rica, a través de la Cámara de Exportadores (Cadexco), reconoce que “enviamos por la vía terrestre 2.000 productos donde participan 1.000 empresas exportadores“.
Para Panamá, solo en los primeros dos días de bloqueo en la frontera de Paso Canoa, las industrias y comerciantes panameños, incluyendo a Zona Libre de Colón, reportan pérdidas por 3 millones de dólares.
Pero cada día que pasa ese monto aumenta 1.5 millones de dólares, de acuerdo con el presidente del Consejo Empresarial Logístico (Coel), Antonio García Prieto.
Covid-19 y voluntad política
“Pareciera que no hay voluntad política de las autoridades, y ya es un tema que rebasa a los ministros de Economía y Comercio de cada país y tiene que tratarse a nivel de los presidentes”, declaró Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
“Las decisiones de Costa Rica afectan a 750 empresas guatemaltecas con costos adicionales a los exportadores; se resta competitividad a los sectores frente a terceros mercados, y se pone en riesgo el abastecimiento de los productos y materias primas”, señala el comunicado el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif).
En esta coyuntura, según el sector privado organizado, hay $1.2 millones de mercancías de Guatemala que no se han podido exportar y $1.9 millones de importar, por lo que piden atender con celeridad esta situación.