Las exportaciones de autopartes desde México a Estados Unidos rompieron récord en los cuatro primeros meses de 2024, totalizando $28.373 millones, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio.
Mientras que las importaciones de estos productos al mercado estadounidense desde todo el mundo crecieron a una tasa interanual de 8,5%, a $66.266 millones en el mismo periodo, las correspondientes de México aumentaron 9,4%.
Con ello, la participación mexicana en la totalidad de importaciones estadounidenses de autopartes pasó de 42,5% de enero a abril de 2023 a 42,8% en el mismo lapso de 2024, un máximo histórico también.
Según la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (Usitc), el tratamiento libre de aranceles concedido a los vehículos y piezas originarios ha ayudado a integrar la producción norteamericana, y las normas de origen de los acuerdos han incentivado el aumento de las inversiones en la producción automotriz de América del Norte.
Como resultado, la industria reporta que el comercio automotriz total (importaciones más exportaciones de vehículos y partes) es el mayor componente del comercio total de América del Norte, representando alrededor de 22% del comercio total bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Hace una década, de enero a abril de 2014, las exportaciones mexicanas de partes automotrices fueron de $15.777 millones, lo que entonces implicó una cuota de mercado de 34,1% en el total de importaciones estadounidenses de estos productos.
Competitividad
México tiene un alto nivel de competitividad en la producción de partes automotrices, con empresas mexicanas como Katcon, Metalsa, Vitro, Rassini, Sisamex, KUO y Nemak, cada vez más internacionalizadas.
Al mismo tiempo, entre las empresas de autopartes extranjeras que operan en México están Bosch, Continental, Denso, ZF Friedrichshafen, Autoliv, Magna International y Valeo.
Estas empresas producen una amplia variedad de partes automotrices, desde sistemas de frenos, transmisiones, sistemas de dirección y carrocerías, hasta sistemas de propulsión, sistemas de climatización, tecnologías de asistencia al conductor, cinturones de seguridad y bolsas de aire.
El cambio tecnológico actual más significativo en la industria automotriz es hacia los vehículos eléctricos y los híbridos. Este cambio conlleva cambios significativos en la cantidad y el valor de las distintas piezas de un vehículo terminado, lo que tiene implicaciones para las reglas de origen del T-mec.
La Usitc refiere que los vehículos eléctricos tienen miles de piezas menos, por término medio, que sus equivalentes con motor de combustión interna. Además, los vehículos eléctricos tienen piezas básicas diferentes: poseen una batería avanzada, pero carecen de motor y de transmisión de varias velocidades.
También la batería avanzada suele representar una parte mayor del costo total del vehículo final que el motor de combustión interna, por lo que el origen de la batería es desproporcionadamente más importante para los cálculos de las piezas básicas tanto de los vehículos eléctricos como de los híbridos.
Los autos eléctricos
Los representantes del sector consideran que el cambio hacia los vehículos eléctricos es una tendencia a largo plazo que probablemente seguirá afectando a la industria automotriz.
Las cadenas de suministro de vehículos de pasajeros y camiones ligeros en los países de América del Norte varían entre los fabricantes, incluso entre los modelos de vehículos dentro del mismo fabricante. Algunos modelos de vehículos se ensamblan en Estados Unidos, México o Canadá; otros se importan de Europa o Asia.
Finalmente, los fabricantes varían en la procedencia de las piezas. La Usitc indica que las empresas de propiedad extranjera que construyen vehículos de pasajeros y camiones ligeros en los países de la región del T-MEC son más propensas a importar sus motores, transmisiones y otras piezas básicas de sus países de origen en Europa o Asia.