En cerca de 5,000 millones de lempiras crecerá la meta de recaudación tributaria para el 2020, de acuerdo al anteproyecto de presupuesto presentado por la Secretaría de Finanzas al Congreso Nacional.
La nueva meta fiscal supera los 114.000 millones de lempiras, superior a los 108.414 millones fijados para este año.
La ministra de Finanzas, confirmó que los ingresos descansarán en los tres principales impuestos que pagan los hondureños: el impuesto sobre ventas (ISV) con 48.343 millones, el impuesto sobre la renta (ISR) de 37.094 millones y el impuesto a las actividades específicas, en especial a los combustibles, con una meta de 18.634 millones de lempiras.
Estas metas, excepto en el caso del ISV, son menores a las fijadas para el presente año, debido a la reducción en la meta de crecimiento de la economía que ahora es de 3 a 3,3%.
Sobre la eliminación de exoneraciones en el pago del ISR a empresas de zonas libres, que se estima en 5%, Tábora declaró que no fue presentado al Congreso, para ser analizado con empresarios de la maquila y la energía renovable.
Temor a más impuestos
Para Daniel Fortín, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), el aumento en la meta de recaudación genera preocupación ya que la economía está reduciendo su actividad.
“Nos tiene muy preocupados el aumento de la recaudación fiscal de casi 5.000 millones. Yo no veo de dónde, a menos que se siga exigiéndole y exprimiendo realmente al empresario y a todos nosotros a pagar de alguna forma dinero de donde no hay”, señaló.
Con la contracción de la economía de este año, se recibirán menos ingresos para el gobierno, agregó. “La gente está comprando menos, por lo que hace que baje el Impuesto Sobre Ventas y, por otro lado, el 2020 tendrá el efecto de la política que siempre afecta la economía”, estimó.
Para Fortín, el pago de impuestos ya está en su límite máximo e incluso existe una fuerte cantidad de dinero en crédito fiscal que no sido devuelto a los empresarios.
“Sin producción hay menos ingresos y pago de impuestos y entonces, para cubrir el gasto público, se tendría que aplicar impuestos que ya son demasiados o endeudar más al país. Las dos son malas acciones”, concluyó el empresario.