Los flujos de inversión a países en desarrollo cayeron a nivel del 2005: Banco Mundial

Los flujos de inversión extranjera directa hacia las economías en desarrollo se redujeron a 435.000 millones de dólares en 2023, el nivel más bajo desde 2005, y los flujos a economías avanzadas alcanzaron los 336.000 millones de dólares, el nivel más bajo desde 1996, informó ayer lunes el Banco Mundial.

Según el informe, el aumento de las barreras a la inversión y el comercio, la fragmentación y los riesgos macroeconómicos y geopolíticos están deprimiendo las perspectivas de los flujos de IED hacia los países en desarrollo, lo que supone una amenaza para los esfuerzos de desarrollo.

“La brusca caída de la IED en las economías en desarrollo debería hacer saltar las alarmas”, declaró Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial, en un comunicado publicado con el informe. “Revertir esta desaceleración no es sólo un imperativo económico: es esencial para la creación de empleo, el crecimiento sostenido y la consecución de objetivos de desarrollo más amplios”.

El informe señalaba que las recesiones mundiales y nacionales estaban asociadas a un deterioro significativo de la IED, que comenzaba a debilitarse antes de que se produjera una recesión.

Según el informe, la disminución de la inversión extranjera ha dejado “enormes lagunas de infraestructura sin cubrir” en los países en desarrollo, al tiempo que ha erosionado los esfuerzos para acabar con la pobreza mundial y abordar las necesidades urgentes del cambio climático.

Kose afirmó que se necesitan reformas internas audaces para mejorar el clima empresarial y ampliar la cooperación mundial, lo que podría estimular mayores tasas de inversión transfronteriza.

El informe, basado en datos de 2023, los últimos disponibles, señala que las economías en desarrollo deben suavizar las restricciones que se han acumulado en los últimos años, promover la integración comercial y animar a más personas a participar en la economía formal.

Asimismo, instaba a los países a colaborar para garantizar que los flujos de IED se dirigieran a las economías en desarrollo con mayores necesidades de inversión.

El Banco publicó el informe una semana después de rebajar en cuatro décimas su previsión económica mundial para 2025, hasta el 2,3%, advirtiendo de que el aumento de los aranceles y la mayor incertidumbre suponían un “importante factor adverso” para casi todas las economías.

El economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, afirmó en el comunicado que la disminución de la IED, un motor clave del crecimiento económico, es el resultado directo de unas políticas públicas en las que han proliferado las restricciones al comercio y la inversión.

“En los últimos años, los gobiernos se han dedicado a erigir barreras a la inversión y el comercio cuando deberían estar eliminándolas deliberadamente. Tendrán que abandonar esa mala costumbre”, afirmó.

La IED ha alcanzado un promedio de casi 2 billones de dólares al año en todo el mundo durante la última década, según el banco, que añade que los datos sugieren que un aumento del 10% en las entradas de IED podría impulsar el PIB de una economía en desarrollo media en un 0,3% al cabo de tres años.

El impacto podría ser mucho mayor -0,8%- en países con instituciones más sólidas, menor informalidad y mayor apertura comercial.

Como porcentaje de su Producto Interno Bruto, las entradas de IED en las economías en desarrollo en 2023 fueron de sólo el 2,3%, aproximadamente la mitad que en 2008, año de máximo crecimiento.

Los flujos de IED hacia los mercados emergentes y las economías en desarrollo crecieron rápidamente durante la década de 2000, alcanzando un máximo de casi el 5% del Producto Interno Bruto en la economía tipo en 2008, pero han disminuido desde entonces, según el informe.

El crecimiento del comercio también se debilitó significativamente de 2020 a 2024, cayendo a su ritmo más lento desde el año 2000, mientras que la incertidumbre económica se disparó a la más alta desde el cambio de siglo, dijo el banco.

Los tres mayores países en desarrollo -China, India y Brasil- recibieron conjuntamente casi la mitad de las entradas totales de IED durante el periodo 2012-2024. Las economías avanzadas representaron casi el 90% del total de la IED en las economías en desarrollo durante la última década, y cerca de la mitad procedió de la Unión Europea y Estados Unidos, según el banco.

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