Mientras el gobierno destaca sus “logros económicos de 2023”, la realidad es que se basaría en un millonario costo proveniente de las arcas del Banco Central de Honduras (BCH).
Y es que el país tendrá una baja histórica de más de 936 millones de dólares, más de 23 mil millones de lempiras, de sus reservas internacionales netas (RIN).
Las reservas, que llegaron a sumar 8.677 millones de dólares en diciembre de 2021, han bajado a “$7.485.4 millones”, hasta el 21 de diciembre de este año, menor en $936.1 millones al observado al cierre de 2022.
Según el Banco Central, la histórica reducción se debe al pago de la deuda pública y la importación de combustibles que hacen, y pagan, los importadores privados de gasolinas.
Este año se registra la venta directa para importación de combustibles en $998.2 millones y pago de servicio de deuda pública en $944.3 millones.
Para compensar esta venta y uso de dólares el gobierno compró divisas por $555.9 millones y recibió desembolsos externos (préstamos) por $410.1 millones.
Quizás por el pago de deuda externa y menor endeudamiento, en relación a otros años, el gobierno estima como un logro la baja en la relación deuda pública con el PIB (producto interno bruto).
Sin embargo, la misma Secretaría de Finanzas confirma un aumento interanual de la deuda pública que superó los 16.200 millones de dólares al tercer trimestre de 2023.
Las reservas permiten dar sostenibilidad al tipo de cambio del dólar y proteger al país en casos de una crisis internacional al garantizar importaciones. Pero este año la cobertura bajó a un máximo de cinco meses de importaciones, el límite que establece el FMI para países como Honduras.