Después de once meses de pérdidas récord de unos mil millones de dólares, el endeudamiento externo permitió cerrar el 2024 con más de 8.049 millones de dólares en reservas internacionales netas (RIN) un aumento de 6,53% en relación a 2023 ($7.555 millones).
Al 31 de diciembre el saldo de las RIN se incrementó en 494 millones de dólares, en especial tras desembolsos de préstamos con el BID, BM y el FMI en diciembre. Las reservas brutas superaron los 8.325 millones de dólares y permiten cubrir 5.2 meses de importaciones, cumpliendo una de las metas del programa firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las reservas utilizadas, hasta el 19 de diciembre, fueron para la venta directa de divisas para atender importación de combustibles en $1,238.1 millones y cumplir con pago de servicio de deuda externa pública por $1,125.1 millones; compensados por desembolsos (préstamos) en US$1,562.6 millones y compra neta de divisas en US$728.6 millones.
Las reservas internacionales son activos en moneda extranjera que tienen los bancos centrales para respaldar la circulación de billetes y monedas, y para proteger a los países de choques externos.
Además permiten fortalecer el Tipo de Cambio de Referencia y debería evitar una mayor devaluación a corto plazo. En 2024 la devaluación fue de 2,9% con 0.73 centavos, llevando el valor de venta del dólar a 25.50 lempiras.
En lo que va de la actual administración, las reservas internacionales registran una baja en relación a 2021.