En 2024, las remesas enviadas por hondureños en el exterior registrará un récord histórico de más de 9.700 millones de dólares, según estimaciones económicas del sector público y privado.
Este incremento contribuirá a la reducción del déficit de cuenta corriente y de las reservas internacionales, aunque no detiene la devaluación de 3% proyectada para este año.
La mayor parte de este aumento se ha dado en el contexto de un creciente flujo de dinero de los hondureños en países como Estados Unidos y España.
Hasta el 12 de diciembre, el Banco Central reportó ingresos por remesas que ascendieron a 9.200 millones de dólares, cifra superior en 5,9% en relación a la misma fecha en 2023 ($8.687 millones).
De mantenerse la tendencia, las remesas rondarían los 9.718 millones de dólares, cifra superior a los 9.177 millones recibidos en 2023, que fueron un récord para ese año., además de las nuevas proyecciones del programa monetario revisado.
Estos flujos son un factor relevante frente a otros ingresos como las exportaciones, las cuales han experimentado caídas en su producción y venta. En el periodo con corte a diciembre de 2024, las remesas representaron más del 50% de los ingresos de divisas del país.
El Colegio de Economistas de Honduras destaca que este aumento en las remesas ha impactado positivamente en el sector comercial e inmobiliario del país. Aunque el consumo sigue liderando el gasto de las familias hondureñas.
Este año, los hondureños en el exterior han invertido en propiedades en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula y en el interior del país.
Los ingresos por remesas también han sido claves para la mejora de la balanza de pagos del país.
Las autoridades económicas estiman que el flujo de remesas continuará siendo un factor importante para la reducción del déficit de cuenta corriente en los próximos años. La previsión es que este recurso siga contribuyendo al equilibrio económico, especialmente dado que otros sectores, como la manufactura, maquila y el agro enfrentan desafíos.