Una encuesta realizada en julio por la Federación Nacional de Empresas Independientes encontró que más de la mitad de los propietarios de pequeñas empresas estadounidenses creen que la economía ya está en recesión, lo que supone un ligero descenso a julio desde abril.
La encuesta se centró principalmente en las opiniones de las pequeñas firmas sobre el estado de la banca y sus necesidades de crédito, y también mostró que las pequeñas empresas están mucho menos preocupadas por la salud de su banco de lo que estaban inmediatamente después de las quiebras de instituciones financieras, incluida la de Silicon Valley Bank.
En cuanto a la economía, el 52% de los propietarios de pequeñas empresas creen que la economía ya está en recesión, frente al 55% de abril, según la encuesta. Esta creencia se produce a pesar de las amplias señales de fortaleza de la economía y del creciente número de pruebas de que se podría evitar una recesión prevista desde hace tiempo.
Los indicadores recientes han mostrado un fuerte crecimiento de las ventas minoristas y del gasto en servicios, los dos mayores sectores de actividad de las pequeñas empresas. Además, las compañías consideran que su propia situación financiera es sólida y que sus economías locales son relativamente sanas.
Por ejemplo, más de dos tercios de todas las empresas afirmaron que el estado financiero de los negocios era “excelente” o “bueno”, un ligero descenso desde abril, pero todavía fuerte, ya que el gasto de los consumidores sigue superando las expectativas, y las perspectivas de expansión del Producto Interno Bruto para el tercer trimestre siguen revisándose al alza. Además, 80% de las firmas dijeron que la economía local estaba al menos “bien”.
El optimismo sobre el sector bancario también mejoró, recuperándose del segundo mayor colapso bancario en los registros en Estados Unidos en marzo, ya que más de la mitad de los propietarios no estaban en absoluto preocupados por la salud de su banco, un aumento desde 31% en abril. La preocupación entre las pequeñas empresas aumentó al inicio del colapso, ya que 80% de todas las pequeñas empresas utilizan un banco pequeño, mediano o regional para sus necesidades financieras.
El aumento del costo de los préstamos tras los 525 puntos básicos de alzas en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal desde marzo de 2022 siguió siendo la mayor fuente de preocupación para la mayoría de las empresas que han pedido o intentado pedir préstamos desde abril.
