La inflación de la Eurozona subió al 2,9% el mes pasado, influida en parte por las medidas de subvención de Alemania destinadas a reducir las facturas de calefacción, aunque la inflación subyacente sigue una tendencia a la baja, situándose ahora en el 3,4%.
En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene una postura prudente en cuanto al ajuste de los tipos de interés, señalando que cualquier posible recorte de tipos podría posponerse hasta al menos mediados de 2024.
El tipo de interés de referencia del BCE se mantiene en el 4%, mientras el banco central vigila el impacto de las dispares tasas de inflación entre los países miembros. Alemania registró un notable aumento de la inflación, atribuido a las subvenciones, mientras que Francia registró un modesto repunte y las tasas de inflación de España se mantuvieron estables.
Los economistas prevén una tasa media de inflación del 2,7% para el primer trimestre, ligeramente más optimista que la previsión del BCE del 2,9%. El BCE vigila de cerca el crecimiento de los salarios y los beneficios empresariales, factores clave que podrían influir en el calendario para alcanzar su objetivo de inflación del 2%. La cautela del Banco Central refleja el equilibrio entre el apoyo al crecimiento económico y el control de la inflación.