La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó un nuevo informe sobre el lento progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y proyectó que entre 75 y 95 millones de personas adicionales pueden vivir en pobreza extrema este año, en comparación con las proyecciones anteriores a la pandemia.
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La FAO determinó como causas principales de este fenómeno las múltiples crisis que vive el mundo como el aumento de la inflación y las repercusiones de la guerra en Ucrania.
El organismo alertó que el desarrollo en varios ámbitos de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) se ha detenido o incluso invertido, por culpa de los nuevos conflictos, la pandemia de covid-19, el cambio climático, las crisis económicas y las crecientes desigualdades.
“Si bien el mundo estaba lejos de alcanzar los ODS incluso antes de 2020, en los últimos años se han producido una serie de crisis económicas, políticas y medioambientales que han provocado un retroceso en los progresos realizados en varias dimensiones económicas y sociales, incluidas la seguridad alimentaria y la productividad agrícola”, dijo el Jefe de Estadística de la FAO, Pietro Gennari.
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El informe también concluye que el hambre siguió en aumento este año a nivel mundial, tras el repunte de 2020, por cuenta de la pandemia.
Tras permanecer relativamente estable desde 2015, la prevalencia de la subalimentación, es decir, la alimentación insuficiente, pasó de 8% en 2019 a cerca del 9,3% en 2020 y siguió aumentando en 2021, aunque a un ritmo menor, hasta alcanzar aproximadamente 9,8%.
La región más afectada es África, que pasó de una tasa de subalimentación de 15,8% en 2015 a 20,2% en 2021. Le siguen Asia (9,1%) y América Latina (8,6%).
“Los desafíos adicionales, como los conflictos armados y la guerra que se desarrolla en Ucrania, el aumento de la inflación y las crecientes desigualdades, la mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, están agravando los impactos socioeconómicos de la pandemia de covid-19, poniendo en riesgo a los ODS”, añadió Pietro Gennari.
La FAO también encontró que el sector agrícola fue el que más sufrió las pérdidas económicas debidas a catástrofes. En 2020, las pérdidas económicas directas atribuidas a catástrofes ascendieron a $15.400 millones, de los cuales US$6. 800 millones correspondieron a pérdidas agrícolas.
Además, se registró un aumento en la volatilidad de los precios de los alimentos, pasando de 16% en 2019 a 47% en 2020, exacerbada por las medidas tomadas para contener la pandemia de covid-19, las incertidumbres del mercado y, más recientemente, por el impacto más amplio de la guerra en Ucrania.
Desigualdad de género
El informe de Naciones Unidas también alerta de una desaceleración en las metas para reducir la desigualdad. Dice que estas desigualdades en los derechos sobre la tierra siguen generalizadas en lo que respecta a la propiedad y el control de la tierra.
“En 29 de los 36 países con datos disponibles, la proporción de mujeres con derechos de propiedad y/o control de la tierra es significativamente inferior a la de los hombres, a pesar de que las mujeres representan alrededor de la mitad de la mano de obra agrícola total en la mayoría de los países”, asegura el informe.
También dice que en la mitad de los países de los que se tienen datos, las unidades de producción de alimentos en pequeña escala dirigidas por mujeres obtuvieron unos ingresos de entre 30% a 50% menos a los de los hombres.