Si bien el gobierno le inyecta fondos y autoriza millonarios contratos para sostener y ampliar sus operaciones, la estatal de energía eléctrica se mantiene en la dirección de acumular fuertes pérdidas y deudas acumuladas que superan los 100 millones de lempiras, más del 25% del presupuesto general de la república.
Según el balance financiero de la ENEE a septiembre, los pasivos totales (deudas) aumentaron a 102.776 millones de lempiras, 6.480 millones lempiras en comparación con el mismo período en 2022.
También se registran pérdidas financieras de 4.601 millones y el déficit acumulado, diferencia entre ingresos y gastos, acumula “76.202 millones de lempiras”, 5.965 millones de lempiras más que en septiembre del año pasado.
Esto, a pesar de que el Poder Ejecutivo lleva a cabo un millonario proceso para recuperar pérdidas técnicas y no técnicas en una empresa que sigue buscando su rumbo, a pesar del constante proceso de desfinanciación que atraviesa.
Aunque el país vive este año un proceso de racionamiento de energía, por falta de licitaciones el año pasado, el ministro de Energía, Erick Tejada, destaca más las inversiones en contratación de personal para reducción de pérdidas (PNRP), licitación de equipos y nuevas procesos para poder cubrir la demanda en el próximo año.
Sobre las deuda actuales, que siguen en alza, el funcionario señala que se emitirán bonos para cubrir parte de los compromisos inmediatos que se tienen con proveedores.
Con los proveedores la deuda es de 19.388 millones de lempiras, en especial con generadores de energía renovable.
Hay que destacar que la mayor parte de la deuda de la ENEE es con el sector financiero, tanto a nivel interno como externo. La deuda externa e interna a largo plazo es de más de “59.557 millones de lempiras”, mientras la deuda interna y externa a corto plazo (incluyendo mora e intereses) supera los 17.000 millones de lempiras.
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