Invertir 1% del PIB en la economía rural reduce en casi 1% la migración según el Banco Mundial

Generar empleo para jóvenes en el sector rural reduce la migración

Expertos del Banco Mundial concluyeron que la creación de oportunidades en los entornos rurales podría ser la manera más efectiva de reducir los flujos migratorios en el mundo.

La publicación halló que aquellas personas que migran desde el campo hacia las ciudades dentro de un mismo país -en busca de oportunidades económicas y escapando de la inseguridad alimentaria que es más extendida en el entorno rural- son las más proclives a luego migrar a otros países.

“El desplazamiento de la mano de obra de la agricultura y las zonas rurales a sectores urbanos y no alimentarios constituye una de las transformaciones estructurales que los países pobres experimentan a medida que se desarrollan. Para ello, es necesario ofrecer a los posibles migrantes de zonas rurales a urbanas opciones de ingresos atractivas en el lugar donde viven, dentro y fuera de las explotaciones agrícolas de los pueblos cercanos”, señala el análisis.

Según los expertos de la entidad, “si se suministra 1% adicional del PIB del país receptor en forma de ayuda para el desarrollo rural, se reduce la magnitud de la emigración en casi un punto porcentual”.

En 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente a 3,6% de la población mundial, según últimas estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones. Esa cifra ha venido aumentando en las últimas décadas y triplica ya la registrada en 1970.

Ante este panorama “se está imponiendo el discurso paradójico de que el desarrollo y, por extensión, la asistencia para el desarrollo incrementarían (en lugar de reducir) las presiones migratorias, al menos en un principio, y que el efecto de la ayuda en dichas presiones ha sido, en el mejor de los casos, limitado”, señala la publicación.

Ejemplo de ello es un estudio publicado en el journal ‘Population and Development Review’ que indica que el desarrollo económico en los países de ingreso bajo suele contribuir a que aumente la emigración. Esta solo disminuye cuando se supera un PIB per cápita de $10.000 en función de la paridad del poder adquisitivo.

Ante esto, los expertos del Banco Mundial señalan que la clave está en qué sectores son impulsados por ese desarrollo. “Se sugiere que invertir en empleos para los jóvenes de las zonas rurales puede marcar una diferencia muy necesaria, a corto y largo plazo, en todo el mundo, y que también deberían ampliarse las vías legales para una migración ordenada y acorde a las necesidades con miras a lograr un resultado que sea beneficioso para todos”.

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