La Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció que por primera vez en siete años, en el Pacífico tropical imperan condiciones características de El Niño, que pueden propiciar a que se incrementen las temperaturas mundiales y se generen unos patrones meteorológicos y climáticos perjudiciales, especialmente en los próximos tres meses.
Según los pronósticos del boletín “El Niño/la Niña hoy” de la OMM también “existe una probabilidad de 90% de que las condiciones de El Niño sigan prevaleciendo durante el segundo semestre de 2023”; ahí se espera que el episodio al menos sea de intensidad moderada, sin descartar que pueda también ser un fenómeno severo.
Con esta problemática se alertan fuertes olas de calor que conllevan a “la probabilidad de batir récords de temperatura y de activar un calor más extremo en numerosas regiones del mundo y en los océanos”, alertó Petteri Taalas, secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“El anuncio realizado por la OMM de que se está produciendo un episodio de El Niño es la manera de indicar a los gobiernos de todo el mundo que se preparen para limitar los efectos que este pueda tener para nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”, añadió y enfatizó en la necesidad de alertas tempranas.
El Niño ocurre en promedio entre cada dos y siete años, y sus episodios suelen durar de nueve a 12 meses.
“Esto no significa que en los próximos cinco años vayamos a superar el nivel de 1,5 °C especificado en el Acuerdo de París, porque el acuerdo se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años. Sin embargo, supone otra “llamada de atención”, o una alerta temprana, de que todavía no estamos avanzando en la dirección correcta para limitar el calentamiento de acuerdo con los objetivos fijados en París en 2015 para reducir sustancialmente los efectos del cambio climático”, declaró el Director de la Sección de Servicios Climáticos de la OMM, profesor Chris Hewitt.
Según los informes de la OMM sobre el estado del clima mundial, 2016 ha sido el año más cálido del que se tiene constancia debido al “doble impacto” de un episodio de El Niño de gran intensidad y del calentamiento inducido por la actividad humana a través de los gases de efecto invernadero. El impacto sobre las temperaturas mundiales suele manifestarse al año siguiente de haberse formado el episodio, por lo que probablemente será más evidente en 2024.