El deterioro de una economía, altos precios, desempleo, tasas de préstamo e ingreso per capita (valor del PIB por persona), arrastra a su clase media y trabajadora a una condición de miseria.
La entrega anual del ranking sobre los países con el peor Índice de Miseria en el mundo en 2019, publicado por Visual Capitalist con base en el estudio realizado por el profesor de economía Steve Hanke del Instituto Cato, reveló que por cuarto año consecutivo Venezuela se ubicó como el país con el peor Índice de Miseria.
La inflación venezolana se ha disparado en casi mil por ciento, deteriorando la vida de su población sobre economías que poseen muchos menos recursos.
El Índice de Miseria 2019, que incluye a 95 países que informan estos datos de manera consistente, ubicó a Honduras en la posición 14 entre los más miserables del globo.
¿Cómo se aplica el índice?
El índice utiliza cuatro variables económicas clave para clasificar y calificar países: Inflación, Tasa de préstamo, Tasa de desempleo y Crecimiento del PIB per cápita.
Para calcular cada puntaje del Índice de Miseria, se usa una fórmula simple: el crecimiento del PIB per cápita se resta de la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios.
Este índice que pone de manifiesto el deterioro de la clase media y baja, es decir la que depende mayoritariamente de las rentas del trabajo, se calcula al sumar la ratio (coeficiente) de desempleo y la inflación medida a través del índice de inflación (IPC), explican sus editores.
Su interpretación es que cuanto más alto sea la ratio y especialmente comparándolo con otros países, mayor será el deterioro o creación de miseria sobre los trabajadores en este país.
Por ejemplo, si un país tiene una tasa de desempleo del 5% y una inflación del 1%, el índice de miseria será del 6%.
Honduras, que tiene un índice de miseria de 26,8%, tiene como principal factor negativo la falta de empleo, y por eso se ubica entre las 15 naciones peor evaluadas.
El ranking de los 20 miserables
Venezuela registró una inflación de 929,79%, su tasa de préstamo fue de 21% y la tasa de desempleo fue de 8%. El resultado de la suma de estos índices menos el PIB per cápita del -18%, arrojó una puntuación en el Índice de Miseria del 1.746.439,10%, una cifra que se aleja de los récords registrados por los demás países.
Argentina ocupó el segundo lugar en la clasificación como consecuencia de la crisis económica que está viviendo y su puntaje en el Índice fue de 105,6%.
En el caso de Irán, que ocupó la tercera casilla, los indicadores son muy diferentes: la inflación es de 31%; la tasa de préstamo 18%; la tasa de desempleo 12%; y un PIB per cápita de -1%. Así, ese país tuvo 75,7% en el puntaje del Índice de miseria.
Brasil se ubicó en la cuarta casilla y el factor que más contribuyó para su puntaje fue la tasa de préstamo que es del 39%. La inflación brasileña fue de 4%, la tasa de desempleo se ubicó en 13% y su PIB per cápita fue del 1%, con lo que el puntaje en el Índice de miseria fue de 53,6%.
Una de las novedades que tiene el ranking es que todas las economías latinas clasificaron en esta edición.
Tailandia volvió a obtener el título de la economía “menos miserable”, con un puntaje de 1,7%, seguida de Japón, Austria, China, Suiza, Taiwan, Holando República Checa, Malasia e Irlanda.