La actividad económica de la región centroamericana medida a través del IMAE (Índice Mensual de Actividad Económica), muestra variaciones acumuladas a abril entre 2,2% y 4,6%, siendo Honduras el de 2,2% y Costa Rica de 4,6%.
En Centroamérica las actividades con mayor movimiento son el sector Financiero, el Comercio, Hoteles y Restaurantes, y Agricultura.
La desaceleración en la demanda externa, ha provocado efectos diferenciados en las economías centroamericanas, impactando principalmente las relacionadas a la industria textil en Honduras, El Salvador y Nicaragua.
(VEA: En mayo el IMAE de Honduras creció a 2,5% por debajo del año pasado)
No obstante, el crecimiento por país se impulsó: en Honduras por las Actividades Financieras y Comunicaciones; Nicaragua y Guatemala, por el sector Agrícola, Comercio y la Manufactura; El Salvador, por Construcción y Actividades Financieras; en tanto, en Costa Rica el desempeño favorable en la manufactura, se debió a la mayor producción de implementos y equipos médicos y al aumento en los servicios de Hoteles y Restaurantes.
Destacando de esta manera, que el desempeño económico de la región denota la diversidad en la composición de las
estructuras productivas en los países centroamericanos.
El menor crecimiento regional se debe a los efectos del mercado estadounidense. La economía de los EE UU al primer trimestre de 2023, de forma interanual, redujo su crecimiento a la mitad al registrar una variación en el PIB real de 1,8%, respecto al 3,7% alcanzado en mismo período de 2022.
Esto explicado por desaceleración en el gasto de consumo personal en bienes durables y no durables, caída en la inversión y en las importaciones de bienes -estas últimas afectando a las exportaciones de la región centroamericana-. Según las últimas proyecciones del Banco Mundial, se espera que el crecimiento global se desacelere significativamente en la segunda mitad de este año y continúe en 2024.
Resultado de las presiones inflacionarias, endurecimiento de la política monetaria con condiciones crediticias más restrictivas, persistencia en la incertidumbre económica mundial y la invasión a Ucrania.