Christine Lagarde, presidenta del BCE, advirtió que los niveles de inflación previos a la pandemia no volverán
Los máximos dirigentes de los principales bancos centrales del mundo, se han mostrado este miércoles decididos a controlar la inflación, para lo que están dispuestos a utilizar todas las herramientas a su alcance.
Los presidentes del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra (BoE), afirmaron que la reducción de la elevada inflación a nivel global será dolorosa y podría provocar un colapso en el crecimiento y advirtieron que debe hacerse de forma inmediata para evitar que el rápido aumento de los precios se consolide.
Durante el Foro anual de bancos centrales, realizado en Portugal, Christine Lagarde, presidenta del BCE, advirtió que los niveles de inflación previos a la pandemia no volverán, pues ante la ruptura en las cadenas de suministro cambiará la forma en que se producen los bienes.
En el mismo sentido, el gerente del BIS, el mexicano Agustín Carstens, sostuvo que hay que asumir que los modelos que se tenían de política monetaria estaban basados en circunstancias que “ya no tenemos”.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, sostuvo que hay riesgos de ir demasiado lejos con la política de ajustes monetarios, por eso se regresará a niveles moderados de crecimiento, pero advirtió que es mayor la amenaza de la inflación. Dijo además que la economía estadounidense está en buena forma para las subidas de las tasas de interés que llevan a cabo en estos momentos.
El gobernador del BoE, Andrew Baley, puso sobre la mesa que las familias son las más afectadas por el alza en los alimentos y energéticos, los principales bienes que consumen. Destacó el caso de Gran Bretaña, pero este es un problema que permea hacia todas las latitudes.