Si usted está haciendo planes con el dinero “que se libere” de sus préstamos en el sector financiero, con la Ley de Alivio de Deuda para asalariados, póngase cómodo ya que falta la reglamentación de la misma.
La Ley que promueve el gobierno y que aprobaría esta semana el Congreso, permitiría “la competencia entre los bancos, financieras y cooperativas”, por miles de clientes que reciben salario.
Sin embargo, el superintendente de Bancos de la CNBS, Evin Andrade, explicó que “el reglamento nos da 90 días después de publicado en el Diario Oficial La Gaceta de esta ley para poder reglamentar lo que aquí corresponde”.
Es decir que sería a finales de enero de 2020 que podría aplicarse.
La Ley cuenta con el respaldo del sector financiero y según Andrade, genera “libre competencia de tal manera que si yo voy a un banco me ofrece una tasa de interés o me ponen demasiadas trabas, yo puedo asistir a otro banco o al sistema cooperativo”.
El funcionario señala que la CNBS avala el mecanismo ya que se respetan las tasas de interés de mercado, y porque el principio fundamental del alivio es de bajo de riesgo para los bancos y cooperativas.
Y es que los créditos a refinanciar, serán deducidos por planilla. “Para los bancos es una oportunidad de negocios en la cual el riesgoque ellos asumen se ve minimizado al tener la oportunidad de hacer deducciones por planilla y también de minimizar sus costos” explicó.
La promesa del gobierno es que el trabajador endeudado logre reducir el pago del préstamo (al prolongar el plazo o pasar la deuda a otro banco) y pueda invertir su salario en otras actividades (vivienda por ejemplo).
Sin embargo, el funcionario explicó que la consolidación de deudas dependerá de la capacidad de pago y el sueldo que devengue es el “detonante para ver hasta que cantidad se puede consolidar”.
Una de las ventajas de la nueva Ley es que la capacidad de pago del asalariado es más importante que tener una baja calificación en el buró de créditos (Central de Riesgo), aseguró el superintendente.