Guatemala está recurriendo a los mercados globales por primera vez en casi un año en un intento por aprovechar la confianza de los inversionistas luego de un par de recientes mejoras en la calificación crediticia de “BB” que le dieron S&P Ratings y Fitch.
La nación vecina lanzó la venta de $1.000 millones en notas con vencimiento en 2036 con un rendimiento de 6,6%, según una persona familiarizada con el asunto, que pidió no ser identificada porque no está autorizada para hablar al respecto. Las conversaciones anteriores sobre precios describieron un rendimiento potencial en el rango muy alto de 6%, dijeron las personas.
Los nuevos bonos tendrán tres amortizaciones iguales en 2034, 2035 y 2036. Santander, de España, es el único bookrunner de la operación.
La oferta se produce a raíz de las mejoras gemelas de calificación crediticia de S&P Ratings y Fitch Ratings. Ambos impulsaron el puntaje de Guatemala en los últimos meses a BB, dos niveles por debajo del grado de inversión. Moody’s Investors Service califica a la nación en Ba1, con perspectiva estable.
“Las políticas fiscales y monetarias cautelosas han estabilizado la economía de Guatemala y deberían respaldar el crecimiento continuo del PIB”, escribieron los analistas de S&P, incluido Omar De la Torre, en un comunicado de abril.
Guatemala vendió deuda por última vez en los mercados globales en agosto, cuando fijó el precio de una nota a siete años por US$500 millones con un rendimiento de 5,45%. Los bonos de 2029 subieron el martes a unos 96 centavos por dólar estadounidense, según datos indicativos de precios recopilados por Bloomberg.
Guatemala se está uniendo a una cohorte relativamente pequeña de vendedores de bonos latinoamericanos este año, ya que los principales bancos centrales mantienen altos los costos de endeudamiento. Los países de la región han vendido solo $15.000 millones de deuda en moneda fuerte en lo que va de 2023, la cantidad más baja para el mismo período de cualquier año desde 2012.