El contralmirante de la Guardia Costera estadounidense John Mauger informó que el sumergible Titán, que hacia un viaje hacia los restos del Titanic, sufrió una “implosión castastrófica” y sus cinco tripulantes habrían fallecido.
Ha explicado que determinar una cronología concreta de los acontecimientos llevará tiempo y ha tildado el caso de la desaparición de “increíblemente complejo”.
Se creía que el lugar del accidente fatal estaba a 487 m (1,600 pies) de la proa del naufragio del Titanic. Se descubrieron cinco piezas principales entre los escombros alrededor del sitio del Titanic. Entre ellos, un cono de morro, fuera del casco de presión, y un campo de escombros más grande.
El contraalmirante Mauger dijo que no puede confirmar si la Guardia Costera podrá localizar los cuerpos de las víctimas o no. “Este es un entorno increíblemente implacable”, dijo.
Las autoridades continuarán trabajando en un “entorno operativo increíblemente complejo en el fondo marino, a más de 3 kilómetros de profundidad”, para esclarecer los hechos, ha explicado Mauger en una conferencia de prensa en Boston.
La Guardia Costera confirmó que ya han avisado a los familiares de los tripulantes del fallecimiento de los mismos. “Vamos a seguir buscando restos, pero todavía no puedo responder sobre la ubicación de los cuerpos”, señala el responsable del operativo.
No está claro en esta etapa qué agencia liderará la investigación ya que no existe un protocolo para este tipo de incidentes con un sumergible.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman, ambos también con nacionalidad británica; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.