El grupo español Inditex, que opera seis tiendas de ropa en Honduras, ha presentado pérdidas por primera vez en su historia desde que cotiza en Bolsa, al dejarse en su primer trimestre fiscal (febrero/abril) 409 millones de euros por el cierre de sus tiendas a causa del coronavirus.
La firma también ha anunciado que cerrará 1.200 establecimientos este año en línea con el plan de reorganización de tiendas.
En el país, manejan las tiendas: Zara, Bershka, Pull&Bear, Stradivarius, Massimo Dutti, Oysho.
El presidente de la compañía, Pablo Isla, ha vinculado el plan de reorganización de tiendas a la estrategia de los “últimos ocho años” y no a la crisis del coronavirus.
En sus resultados de su primer trimestre fiscal especifica que se continuará el plan de actualización de tiendas por el que desde 2012 se han abierto 3.671 tiendas del nuevo concepto de integración en espacios más grandes, se han ampliado 1.106 tiendas, reformado 2.556 para su adaptación tecnológica, y absorbido 1.729, 1.024 de ellas en los tres últimos años.
Las ventas de Inditex cayeron un 44% durante su primer trimestre fiscal, hasta los 3.303 millones de euros, debido a que sus tiendas permanecieron cerradas por la pandemia del coronavirus.
Ello ha llevado a Inditex a fortalecer su estrategia y presentar un plan de acción que contempla una inversión de 1.000 millones de euros para reforzar el negocio online y otros 1.700 millones para adaptar tecnológicamente las tiendas físicas.
En la presentación de sus resultados a través de un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Inditex ha reflejado que el margen bruto ha alcanzado el 58,4% de las ventas, mientras que el resultado operativo (Ebitda) se situó en 484 millones de euros frente a los 1.675 millones de hace un año.
Cierre de tiendas y dividendos
Dentro de su estrategia, Inditex prevé el cierre de entre 1.000 y 1.200 tiendas entre este año y el próximo, que representa entre un 5 y un 6% de las ventas totales, y de ellas cerca de 300 se encuentran en España. La compañía ha destacado que además prevén la apertura de otras 450 de mayor tamaño.
Isla ha insistido en la “total confianza en el modelo de negocio y en el potencial a largo plazo de Inditex” ha señalado que a principios de marzo, ante el cierre de las tiendas por el estado de alarma, reaccionaron y ello les ha permitido “no acumular stock”.
Asimismo, dijo que en mercados como China, Japón y Corea del Sur, ya han alcanzado los niveles de ventas del año pasado, y aunque ha señalado que “es demasiado pronto para saber cómo va a ser el comportamiento de los consumidores”, ha destacado que estos están actuando “con total normalidad” cuando vuelven a comprar en las tiendas.
Inditex espera que las ventas por Internet, que ahora representan el 14% lleguen al 25% del total de la facturación en 2022.
Asimismo, en la presentación ante analistas se ha destacado que “las plantillas permanecerán estables y al igual que en el periodo 2012-2020 se ofrecerán nuevos puestos a todos los trabajadores de los establecimientos absorbidos, para cubrir las nuevas necesidades generadas por la integración online y los envíos individualizados a clientes”.
Inditex también ha anunciado que su Consejo de Administración propondrá a la Junta General de Accionistas, que se celebrará previsiblemente el 14 de julio, la aprobación de un dividendo ordinario para el ejercicio 2019 de 35 céntimos por acción a pagar el 2 de noviembre de 2020.
Sin embargo, el dividendo extraordinario que planeaba repartir este año lo aplaza hasta el siguiente, y el previsto para 2021 pasará a 2020. Ambos han de sumar 0,78 euros brutos por acción.