Tal como se proyectaba en agosto, la cadena minorista de moda Forever 21 se declaró en bancarrota en Estados Unidos, país que será el mayor afectado por la medida que implicará el cierre de 350 tiendas a nivel mundial.
La empresa solicitó la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE UU, mediante la cual anunció su plan para cerrar 178 tiendas en Estados Unidos, además de otras decenas más en Europa y Asia, informó un portavoz.
Sin embargo, en los países de América Latina en los cuales opera -entre ellos Brasil, Colombia, Chile, México y Perú– no planea cerrar ningún local.
“El mercado latinoamericano no se verá afectado”, le aseguró un portavoz, aunque en Honduras cerró este año.
Forever 21 inició sus operaciones en 1984 y desde entonces se extendió por el mundo con su oferta de ropa y accesorios de moda para el mercado juvenil.
En ese sentido, compite con otros grandes minoristas como Zara y H&M.
Forever 21 comenzó a tener problemas en los últimos cinco años, cuando según analistas comenzó a desconectarse de los gustos de los jóvenes compradores estadounidenses, muchos de los cuales buscan ropa relativamente barata.
Como muchos minoristas tradicionales, la firma también ha luchado contra la creciente competencia de sus rivales que ofrecen ventas por Internet.
La protección del Capítulo 11 pospone las obligaciones de una empresa estadounidense con sus acreedores, dándole tiempo para reorganizar sus deudas o vender partes del negocio.
Un portavoz de Forever 21 dijo que la cadena esperaba mantener activas entre 450 y 500 tiendas en todo el mundo después de este proceso, cifra considerablemente inferior de su total actual de aproximadamente 800 tiendas.
Forever 21 había anunciado la semana pasada que se retiraría de Japón en octubre debido a “ventas continuas y lentas”.
La firma con sede en California también planea cerrar sus tiendas en Canadá, pero no ha ofrecido más detalles sobre otros mercados afectados.