La calificadora de riesgo Fitch Ratings afirmó las clasificaciones internacionales de riesgo de emisor (IDR; emisor default rating ) de largo plazo de Banco Atlántida, (Atlántida) en ‘B+’ y la IDR de corto plazo en ‘B ‘, así como las IDR de largo y corto plazo de Inversiones Atlántida y Subsidiarias (Invatlán) en ‘B’ y ‘B’, respectivamente.
Fitch afirmó también la clasificación de viabilidad (VR; viability rating ) de Atlántida en ‘b+’ y sus clasificaciones nacionales de largo y corto plazo en ‘A+(hnd)’ y ‘F1(hnd)’, respectivamente. La Perspectiva de las clasificaciones de largo plazo es Negativa, es decir que podrían bajar.
“La Perspectiva Negativa de las clasificaciones de Atlántida se revisaría a Estable si la métrica de capital base revierte su tendencia, y se estabiliza y mantiene por encima a 8,5% a lo largo del horizonte de la perspectiva de la clasificación”, señala Fitch.
Las clasificaciones IDR y nacionales de Atlántida se basan en su calidad crediticia intrínseca, como se refleja en su VR de ‘b+’. Las clasificaciones están influenciadas por la evaluación de Fitch del entorno operativo hondureño de ‘b’, cuya tendencia ha sido revisada a estable desde negativa, ya que los riesgos a la baja de la pandemia, crecimiento económico e incertidumbre política, han disminuido. La VR de ‘b+’ ha sido visible por encima del VR implícito de ‘b’ debido al ajuste positivo por el perfil de compañía, específicamente, por su franquicia local líder.
La Perspectiva Negativa de las clasificaciones IDR y en escala nacional de largo plazo de Atlántida refleja las presiones persistentes sobre la capitalización débil del banco, la cual se está acercando al mínimo establecido por Fitch de capital base según Fitch en 8,5% para mantener la clasificación.
Las clasificaciones también están influenciadas, con alta importancia, por el perfil sólido de compañía de Atlántida, caracterizado por su franquicia y un modelo de negocio consolidado, que le permite flexibilidad para enfrentar los desafíos presentes en los volátiles. A septiembre de 2021 (3T21), Atlántida era el banco más grande de Honduras tanto en cartera crediticia como en depósito, con una participación de alrededor del 20% en cada uno.
La capitalización del banco continúa como el factor más débil en la evaluación de Fitch de su financiero. La agencia considera que la capitalización permanece sensible a la generación interna de capital moderado del banco, crecimiento del saldo elevado y pagos de dividendos, los que están altamente influenciados por los requerimientos de Invatlán para atender su deuda.
El índice de base de capital según Fitch a activos ponderados por riesgo (APR) del banco llegó a 9,1% a septiembre de 2021, mientras que el indicador de solvencia regulatorio se ubicó cerca a 12,5% (mínimo: 11%).
La calidad de los activos de Atlántida continuó bajo presión durante los primeros nueve meses de 2021, ya que el entorno operativo aún presentó desafíos derivados de la pandemia. Fitch espera que el dinamismo económico mayor en 2022 pueda beneficiarse de la calidad crediticia a través de un volumen de negocios mayor y un mejor desempeño de los deudores.
A septiembre de 2021, el índice de préstamos con mora mayor de 90 días de Atlántida, el cual ya reflejaba los efectos posteriores de las medidas de alivio, aumentó a 2.9%, proporción que está por encima del promedio de los últimos cuatro años fiscales ( 2,4%). La cobertura de reservas de la morosidad está por debajo del nivel prepandemia, aunque muy por encima del 100% (126% al 3T21 desde un promedio de 143% en los últimos cuatro ejercicios fiscales).
La concentración de deudores sigue siendo alta según los estándares internacionales y presiona la calidad de activos del banco. Los 20 mayores prestatarios representaron 2,8 veces (x) la base de capital según Fitch de Atlántida, lo cual lo exponen a un riesgo importante en caso de deterioros inesperados en estos deudores.