Fitch Ratings afirmó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera de largo plazo de Guatemala en ‘BB’ con perspectiva estable. La calificadora destacó la estabilidad macroeconómica y reducción del déficit fiscal, aunque advierte un deterioro de la gobernanza.
Fitch destaca “fortalezas y debilidades crediticias”. La calificación ‘BB’ de Guatemala está respaldada por un historial de estabilidad macroeconómica, políticas fiscales conservadoras que han resultado en un bajo endeudamiento gubernamental y una sólida liquidez externa.
Estas fortalezas se equilibran con una baja relación ingresos/PIB que limita la flexibilidad fiscal, indicadores de gobernabilidad y desarrollo humano que se comparan desfavorablemente con los de sus pares de la categoría ‘BB’, y un estancamiento político que limita la capacidad del soberano para abordar estas debilidades.
El presidente Bernardo Arévalo comenzó su mandato el 15 de enero de 2024, luego de su victoria en las elecciones generales de 2023, que se vieron empañadas por tensiones. Arévalo y su partido enfrentan un panorama desafiante de gobernabilidad, pero puede “priorizar la vía ejecutiva para cumplir las promesas de la campaña anticorrupción”.
Advierte que las puntuaciones de gobernanza cayeron del percentil 31 en 2010 al 25 en 2023, muy por debajo de la mediana de sus pares de 47. Arévalo se centra en abordar estas debilidades, pero el progreso concreto podría enfrentar desafíos debido a intereses creados y la fragmentación del Congreso.
En 2023, el déficit fiscal del gobierno central cayó al 1,3% del PIB estimado por Fitch, desde el 1,7% en 2022. Los ingresos fiscales en relación con el PIB se mantuvieron estables en el 12,6% a pesar de los menores precios de las materias primas que redujeron los impuestos a las importaciones, en gran medida, destacando la consolidación de la reciente mejora administrativa en cobranzas.
Los gastos cayeron al 13,9% del PIB (14,4% en 2022) debido a una desaceleración de los bienes y servicios y de las transferencias después de las elecciones presidenciales. En 2024, el gobierno continuará operando bajo el presupuesto de 2023 porque el presupuesto de 2024 que fue aprobado por el Congreso fue suspendido debido a irregularidades de procedimiento.
Las autoridades planean proponer una revisión presupuestaria para dejar espacio a algunos de sus planes de gasto, pero las perspectivas al respecto no están claras. Dadas las limitaciones del presupuesto actual, proyectamos un déficit del GC del 1,0% del PIB.
La deuda externa cubre las necesidades de financiamiento
“En 2024, esperamos que el déficit se financie mediante deuda interna y multilateral y mediante emisiones de eurobonos, pero la combinación podría ser sensible a las tasas relativas y a las aprobaciones de préstamos del Congreso. Fitch no espera que los tribunales levanten la suspensión del presupuesto de 2024, pero si esto ocurriera, podría plantear un desafío financiero, ya que incluye una disposición que requiere que el gobierno obtenga la aprobación del Congreso para refinanciar bonos”, estima Fitch.
Para 2025, Fitch espera que los déficits fiscales en lento aumento lleven la deuda del gobierno general (GG) (consolidando las tenencias del instituto de seguridad social) al 26,4%, por debajo del promedio de sus pares ‘BB’ del 52,2%. Sin embargo, es probable que el interés/ingresos de GG del 9,0% esté más en línea con el promedio ‘BB’ del 9,6%.
El sólido ritmo de crecimiento de Guatemala continuó en 2023. Estimamos que el PIB real creció un 3,3% debido al dinamismo en el crecimiento del crédito y las remesas al sector privado. Las movilizaciones y los bloqueos de carreteras que duraron tres semanas en el otoño provocaron perturbaciones mayores que en casos anteriores de malestar social, pero la actividad se recuperó rápidamente.
En 2024, esperamos que el crecimiento del PIB vuelva a su potencial del 3,5% a medida que el consumo siga impulsado por las sólidas remesas y el crecimiento del crédito. Podría haber algunas ventajas para el crecimiento potencial derivadas de la urbanización en curso, aunque los cuellos de botella institucionales y de infraestructura podrían limitar las ventajas de la tendencia global de nearshoring que está beneficiando a algunos vecinos de la región.
La inflación se desacelera: a diferencia de la mayoría de los bancos centrales regionales, BanGuat solo eliminó gradualmente las políticas acomodaticias al aumentar la tasa de inflación a un nivel neutral del 5,0% para abril de 2023, donde permanece.
Tras alcanzar un máximo del 9,9% en febrero de 2023, la inflación volvió a su objetivo (4%+/-1pp) y finalizó el año en el 4,2% debido a las caídas de los precios de los combustibles y los alimentos.