La falta de lluvias podría detener la construcción en la capital, ya que los constructores están trasladando “el costo” a los inversionista, hasta un 3% sobre el valor del proyecto.
Aunque el agua no es considerado un costo directo en la industria, el expresidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Óscar Calona, sostiene que ahora tiene un fuerte impacto, sobretodo en la capital.
“El incremento del costo varía de un dos a tres por ciento, dependiendo el tipo de proyecto, siendo más significativo en la construcción de carreteras donde se necesita más agua”, dijo el directivo.
Esto impactaría en la inversión pública que se espera repunte en el segundo semestre del año.
Calona sostiene que los constructores envían cisternas en las afueras del Distrito Central para recolectar agua de los ríos y quebradas y el valor de la cisterna aumentó en un 50%.
“Un tanque de 2.200 galones de agua que normalmente vale 800 lempiras se ha elevado a 1.200 lempiras y ese costo por tanto se aplica en las obras de construcción”, argumentó.
Agrega que la escasez en el servicio ya originó racionamientos en la cpital y por eso deben acudir a zonas aledañas a buscar el líquido.