En 2024, las remesas que reciben los países de la región centroamericana muestran tasas de crecimiento coherentes con las tendencias históricas, aunque menores a las observadas en año anterior, lo que permite prever que al final del año la tasa de crecimiento anual de estos flujos alcance al 6,6%, proyectó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta proyección, que incluye a Belice y Panamá, implicaría que los ingresos de remesas recibidos en la región centroamericana ronden los 45.700 millones de dólares al cierre del año.
El crecimiento observado en esta subregión fue resultado del crecimiento en torno a este valor de todos los países de Centroamérica, con excepción de Nicaragua que creció a una tasa más alta (11,5%), y que muestra que los efectos de la crisis sociopolítica que vive el país y que impulsó la migración de los nicaragüenses, aún tiene efectos sobre los envíos de remesas, las cuales crecieron en especial las
provenientes del pais vecino de Costa Rica.
Guatemala y Costa Rica ocupan el segundo y tercer lugar con un aumento de 8,4% y 7%, respectivamente.
Honduras proyecta un aumento de 5,4%, superior a la revisión del Programa Monetario del Banco Central (3,2%), y llegaría a los 9.369 millones de lempiras (cifra menor a la proyectada por el BCH de $9.540 millones). El 90,2% de las remesas provienen de Norteamérica (en especial EE UU), un 4% de Europa (España de líder), un 0,1% del Caribe y 5,7% de otras regiones.
Panamá (0,1%) y El Salvador (1,3%) que registrarían las tasas de crecimiento de remesas más bajas de la región, debido en el último caso a la disminución de la migración salvadoreña que se observa en los últimos años.
De forma agregada, y para casi todos los países centroamericanos, el 73,5% de las remesas que reciben provienen de Estados Unidos. En la comparación subregional, Centroamérica recibirá en 2024 el 28,3% de las remesas que reciba ALC.