El Ministerio del Interior de Marruecos ha elevado hasta 2.122 el número de muertos por el terremoto que sacudió el país el viernes por la noche y ha situado en 2.421 la cifra de heridos, de los que 1.351 están graves, tal y como recoge el balance de víctimas del seísmo.
Los trabajadores de los equipos de rescate y las Fuerzas Armadas de Marruecos continúan este domingo la búsqueda de supervivientes entre los escombros de los edificios derrumbados por el terremoto más mortífero en seis décadas que ha sufrido el país.
El epicentro del seísmo se localizó en la aldea de Iguil —a 63 kilómetros al suroeste de la turística Marraquech—, en la provincia de Al Hauz. Los trabajadores de los servicios de emergencias se enfrentan al reto de llegar a las zonas más afectadas en las montañas del Atlas, una cordilla donde hay localidades de difícil acceso y donde muchas casas se derrumbaron por el terremoto de magnitud 6,8.
Según la OMS, hay más de 300.000 personas afectadas. “Las próximas 24 a 48 horas van a ser críticas para poder salvar vidas”, ha dicho Caroline Holt, directora global de operaciones de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Sobrevivientes y réplicas
Los supervivientes del terremoto más mortífero de Marruecos en más de seis décadas luchaban por encontrar comida, agua y refugio este domingo mientras continuaba la búsqueda de los desaparecidos en aldeas remotas.
Varias aldeas siguen aisladas en la zona cercana del epicentro del terremoto de Marruecos debido al derrumbe de sus carreteras, lo que obstaculiza que los habitantes accedan a la atención médica y a la ayuda básica.
Este domingo se registró una réplica de magnitud 3,9, mientras los rescatistas buscan contrarreloj entre los escombros a posibles sobrevivientes del terremoto de magnitud 6,8 , según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que afectó a Marrakech y otras localidades del país africano la noche del viernes 8 de septiembre.
Naciones Unidas estima que unas 300.000 personas se han visto afectadas por el movimiento telúrico, que a la fecha deja más de 2.000 personas muertas, un número que las autoridades estiman seguirá creciendo. En redes sociales, en tanto, muchos usuarios reclamaban que el gobierno no ha pedido oficialmente ayuda a la comunidad internacional, que se ha mostrado dispuesta a enviarla a la brevedad.
“Sabemos que es urgente salvar a la gente y excavar bajo los restos de los edificios”, dijo Arnaud Fraisse, fundador de Rescatistas sin Fronteras, que tiene un equipo listo en París para viajar a Marruecos. “Hay gente muriendo bajo los escombros, y no podemos hacer nada para ayudarlos”, lamentó. El sismo es el más potente del que existen registros modernos en este reino del norte de África.