El Salvador ha vendido más energía a países vecinos cuya generación hidroeléctrica disminuyó por falta de lluvias. Aunque la venta genera más ingresos, también elevará la tarifa eléctrica para el próximo trimestre.
Las pocas lluvias que ha recibido la región en los últimos meses como efecto del fenómeno El Niño ha provocado una emergencia energética en países vecinos como Honduras y Guatemala, que han llegado al punto de racionar la energía en los hogares debido a su poca generación hidroeléctrica.
Ante este panorama, El Salvador, que es parte de un mercado eléctrico regional, ha incrementado sus exportaciones significativamente en lo que va del año.
De acuerdo con el último informe de la Unidad De Transacciones (UT), la exportación de energía de El Salvador aumentó 86% a mayo con respecto al mismo mes del año pasado. En mayo de 2022, el país había exportado 49.36 Gigavatios hora (GWh), pero a mayo 2023 esta cifra aumentó a 92.15 GWh.
Solo este año, entre enero y mayo, el incremento en la exportación de energía ha crecido un 140%, sumando un total de 353.56 GWh en los cinco primeros meses del año.
El país ha incrementado su capacidad de generación desde hace un año con el ingreso de la planta de gas natural Energía del Pacífico, ubicada en Acajutla, Sonsonate. Esta planta, que tiene una capacidad instalada de 380 Megavatios (MW), ha logrado abastecer hasta un 25% de la demanda nacional en el último año.
El aumento de las exportaciones ha significado un ingreso de $33.5 millones para el país, según confirman los datos del Banco Central de Reserva. Este ingreso representa un incremento del 391% en términos monetarios con respecto a mayo de 2022, cuando solo obtuvo ingresos por $6.8 millones por la venta de energía.
En otras ocasiones, El Salvador ha aprovechado la exportación de otros países vecinos y ha logrado importar energía a un costo más bajo que si lo produjera en su territorio.
Sin embargo, una mayor generación energética para exportar también representa un aumento en el precio de la energía al consumidor final, que se verá reflejado en el nuevo cambio de tarifa de energía este próximo 15 de julio.
Debido a que el modelo de inyección de energía establece que “se paga el precio del último generador en entrar en operaciones”, para Saravia esto también implica que se va aumentar el precio de la energía que llega al consumidor.
“Cuando aumentan las exportaciones, eso aumenta el precio de la energía”, dijo el experto.
En un día normal en el mercado eléctrico, son las generadoras renovables (hídrica, geotérmica, biomasa, etc.) las que comienzan a operar sus plantas para generar energía. Si la demanda crece, entran en juego otros generadores, es decir, los más caros. Las últimas plantas en inyectar la energía son las que operan a base de búnker o derivados del petróleo.
Los mismos datos de la UT muestran que el precio de la energía ha ido en aumento en el último trimestre a medida que también ha crecido la demanda. En mayo, el precio del Megavatio hora (MWh) de energía promedió los $124.06, el más alto en lo que va del año.
La demanda, además, alcanzó una cifra récord ese mismo mes al superar los 1,093 megavatios (MW) de 2016. La nueva cifra récord en demanda máxima de potencia fue de 1,111 megavatios (MW), debido al l mercado interno y la demanda de los demás países de Centroamérica.