El producto interior bruto (PIB) del conjunto de la OCDE subió un 0,4% en el segundo trimestre, lo que supone un repunte significativo tras el 0,2% en el primero, lo que se explica sobre todo por la mejora de las cifras de Estados Unidos, aunque también contribuyeron otros países, en especial España.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que publica este miércoles las cifras de sus países miembros, destaca en un comunicado que Estados Unidos fue el que más contribuyó al crecimiento del conjunto entre abril y junio, con un alza del PIB del 0,7%.
Ese tirón, después de un descenso del 0,1 % entre enero y marzo, se explica en buena medida por la fuerte bajada de las importaciones de bienes en Estados Unidos (-10,3%), que habían subido un 11% como una forma de anticipar posibles aumentos de aranceles por las intenciones manifestadas por Donald Trump.
La OCDE precisa que ese efecto expansionista se vio reducido en parte por la liquidación en el segundo trimestre de existencias acumuladas durante el primero.
Más allá de Estados Unidos, entre abril y junio hubo mejoras en el crecimiento en otros países miembros, pero no de forma tan pronunciada.
Eso ocurrió, por ejemplo entre los que forman parte del G7 con Francia y Japón, cuyo PIB progresó un 0,3%, frente a un tímido 0,1 % en el trimestre anterior.
España, con un 0,7%, una décima más que en el primer trimestre, se significó por ser, junto a Estados Unidos, una de las grandes economías de la OCDE con la mayor tasa de crecimiento.
Sólo hubo cifras superiores en Polonia y Noruega, ambos con progresiones del 0,8%.
La otra cara de la moneda la pone Alemania, con una actividad que retrocedió un 0,3% entre abril y junio después de haber subido un 0,3% entre enero y marzo.
También en Italia, con un descenso del 0,1% (tras aumentar un 0,3%) y en Canadá, con un estancamiento en el segundo trimestre después de un alza del 0,5% en el primero.