Los precios del crudo operaban mayormente estables, cuando el mercado sopesaba la escasez de oferta frente a los temores de una desaceleración de la demanda, luego de que un crecimiento en los inventarios de crudo y gasolina de Estados Unidos llevó los precios a mínimos de varios meses en la víspera.
Tanto el Brent como el WTI bajaron a sus menores niveles desde antes de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero.
Los futuros del crudo estadounidense, WTI de referencia para Honduras, cayeron por debajo de los 90 dólares el barril por primera vez desde febrero. El Brent baja a $94.62.
Los futuros WTI descendieron hasta 1% a $89.80 el barril. Los precios han cedido todo el terreno ganado desde que comenzó la guerra, ya que el aumento de las tasas de interés y la inminente desaceleración económica mundial amenazan la demanda.
Por el lado de la oferta, también ha disminuido parte de la extrema estrechez observada en los mercados del petróleo en los últimos meses. Los operadores están pagando menores primas por los barriles para entrega inmediata, y hasta ahora no ha habido señales de un impacto significativo a las exportaciones de crudo de Rusia a pesar de las sanciones.
La caída de los precios seguirá contribuyendo a aliviar el impacto del alza de los combustibles, que ha alimentado una inflación desenfrenada en los últimos meses.
La perspectiva de la demanda sigue opacada por las crecientes preocupaciones sobre una recesión económica en Estados Unidos y Europa, problemas de deuda en las economías de mercados emergentes y una política estricta de cero COVID-19 en China, el mayor importador de petróleo del mundo.
Un acuerdo de la OPEP+ el miércoles para aumentar su objetivo de producción en solo 100.000 barriles por día (bpd) en septiembre, equivalente al 0,1% de la demanda mundial, fue visto como bajista para el mercado, pero es una señal de la limitada capacidad disponible.