El índice de precios al consumidor (IPC), principal indicador de la inflación en China, cayó un 0,1% interanual en abril, lo que supone quedarse en la misma marca que había registrado en marzo y marcar un tercer mes consecutivo de descenso.
No obstante, el indicador, divulgado este sábado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático, cumple exactamente con los pronósticos más extendidos entre los analistas, que esperaban que repitiese en abril la contracción del mes anterior.
La ONE también hizo público el índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios industriales y que profundizó su descenso desde el 2,5% de marzo al 2,7% en el cuarto mes del año.
La segunda economía mundial no consigue recuperar su dinamismo después de la pandemia de Covid-19, lastrada por el débil consumo interno, el alto desempleo juvenil y una persistente crisis en el antes fundamental sector inmobiliario.
Las autoridades chinas han tomado múltiples medidas para revertir la situación y revitalizar el mercado interno, una de sus principales bazas para compensar el impacto de la guerra arancelaria iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Dong Lijuan, estadístico de la ONE, dijo el sábado en un comunicado que “factores internacionales importados tienen cierto impacto negativo en los precios de algunas industrias”.