Un tirón histórico para la nueva fiscalidad mundial del siglo XXI: los ministros de finanzas y los banqueros centrales del G7 (EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón) han firmado en Chantilly, al norte de París, el principio de acuerdo que culminará en la creación de nuevos impuestos y reglas fiscales que deberán respetar los gigantes tecnológicos.
La mayor parte norteamericanos, comenzando por los GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon).
Bruno Le Maire, ministro francés de Economía y Finanzas y antiguo candidato conservador a la presidencia de la República, anunció el acuerdo en estos términos:
“Se trata de una decisión mayor, el primer paso para poner en marcha una fiscalidad mundial más justa y eficaz. Un acuerdo ambicioso. Nos hemos puesto de acuerdo en la necesidad de adoptar reglas fiscales comunes, con el fin de imponer una nueva fiscalidad a las actividades numéricas que crean valor sin presencia física en los países donde se desarrollan”.
Con mesura verbal, sin avanzar nombres de ninguna compañía, el ministro francés subraya lo esencial: los gobiernos de los siete grandes países occidentales han fijado la matriz de un proyecto de nueva fiscalidad común, internacional.
Establecida la matriz fundacional del proyecto, todavía queda por realizar un trabajo político, jurídico y administrativo, que será objeto de nuevas transacciones multilaterales.
Queda en suspenso un punto esencial: el montante exacto de los nuevos impuestos y tasas que deberán pagar los GAFA y el resto de las grandes empresas mundiales tecnológicas.
Los ministros del G7 han trasladado a la OCDE el proyecto propio, pidiendo a la organización que redacte un primer esbozo de la futura arquitectura fiscal mundial.
A partir de esa primera «maqueta», el G7 continuará sus trabajos y concertación, para terminar proponiendo un proyecto común al G20, hacia la primavera o verano del 2020.
Tras el acuerdo, a la espera de los trabajos de la OCDE por venir, Washington y varios países europeos siguen defendiendo sus proyectos propios de soberanía fiscal.
Francia adoptó definitivamente el pasado día 11 de este mismo mes de julio la llamada tasa Google “a la francesa” un impuesto del 3 % sobre todos los negocios que realizan en Francia los gigantes tecnológicos.