Mientras los empleados públicos siguen presionando por mejoras salariales de mil lempiras al mes y el sector privado se rehusa a cumplir con el salario mínimo a los obreros, el Banco Central de Honduras (BCH) aprobó un alza salarial de 6,7%.
El aumento, según el informe del Departamento de Gestión de Talento Humano, permitió alzas de más de 17.000 lempiras en salarios para altos funcionarios.
Por ejemplo, el presidente del BCH, Wilfredo Cerrato, recibió un aumento de 15.003 lempiras y ahora devenga un salario de “235.961 lempiras”.
En total ocho funcionarios del BCH, tienen salarios de más de 200.000 lempiras al mes, que incluye la presidencia, vicepresidencia, tres directores (entre ellos la hija del presidente del Congreso Nacional), un Gerente, un Sub Gerente y un “asesor”.
Además, unos 25 funcionarios devengan entre 100.000 y 187.045 lempiras al mes.
La gran mayoría de empleados devengan salarios bajos y recibieron aumento de 800 a 1.000 lempiras.
Sin embargo, el BCH es otro de los entes públicos que tiene contrato colectivo y sus empleados reciben 18 salarios al año.
Por esa razón en diciembre el salario del presidente del BCH fue de 476.974 lempiras, que lo convierten en el funcionario mejor pagado.
El contrato colectivo le permite a los altos ejecutivos recibir grandes salarios, un atractivo para políticos que han nombrado a personal sin carrera profesional del sector económico financiero, como exigía la Ley del BCH.
El BCH cerró el 2018 con 1.026 empleados permanentes y 64 en la categoría de personal supernumerario. La planilla mensual supera los 39 millones de lempiras.