La economía de Nicaragua crecerá probablemente en torno al 4% este año, similar a la expansión prevista para 2024, debido a las prudentes políticas macroeconómicas, así como a las “elevadas” remesas, según un informe del viernes del Fondo Monetario Internacional.
La economía centroamericana creció un 4,6% en 2023.
Pero el informe de la junta directiva del prestamista internacional prevé que la expansión económica se enfríe a medio plazo, en torno al 3,5%, debido a la probabilidad de que se ralenticen las remesas de la gran diáspora de emigrantes de Nicaragua, que se concentra en gran medida en Estados Unidos.
En la revisión del Artículo IV, el FMI señala que el desempeño económico de Nicaragua sigue siendo robusto soportado por políticas macroeconómicas prudentes y flujos de remesas muy fuertes.
“La economía continúa siendo abierta y resiliente, en un contexto de transferencias de propiedad privada al Estado, sanciones internacionales y reorientación de los flujos oficiales de financiamiento. El crecimiento del PIB real se aceleró a alrededor del 4½% en 2023 y el primer semestre de 2024, desde aproximadamente 3,8% en 2022, gracias a una vigorosa demanda interna, mientras disminuía la inflación. Los superávits fiscal y en la cuenta corriente están conduciendo a una disminución de la relación deuda pública/PIB y la acumulación de abundantes reservas de amortiguamiento”, destaca el FMI.
Se proyecta que el crecimiento del PIB real se modere al 4% en el corto plazo y al 3,5% en el mediano plazo, en medio de un menor ritmo de crecimiento de las remesas, una contribución limitada de la fuerza laboral al crecimiento debido a la reciente emigración y a decisiones cautelosas por parte de la inversión del sector privado.
Se espera que las reservas internacionales crezcan a un ritmo más lento que en el período reciente, con una reducción de los superávits fiscal y en cuenta corriente, conforme las autoridades incrementan la inversión pública.
Los riesgos para las perspectivas están en general equilibrados a corto plazo y a la baja a mediano plazo. Los riesgos al alza para las perspectivas incluyen un fortalecimiento de la demanda, en tanto que los riesgos a la baja incluyen un menor crecimiento mundial, un deterioro de los términos de intercambio, desastres naturales, sanciones internacionales más estrictas y amplias y un cambio en las políticas migratorias de Estados Unidos.
Además, en adelante, la evolución de la política nacional e internacional y el deterioro del estado de derecho también pueden incidir en el desempeño económico ya que podrían elevar los costos de hacer negocios.