En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha hecho un llamado a los países de América Latina y el Caribe para que orienten sus políticas económicas hacia la mejora del crecimiento potencial.
El organismo señaló que la agenda de reformas actual en estas regiones es insuficiente y advirtió que, sin cambios significativos, la moderación esperada en la actividad económica podría desencadenar un ciclo de bajo crecimiento e inestabilidad social.
Las Perspectivas Económicas Regionales publicadas por el FMI pronostican una tasa de crecimiento del 2,5% para el próximo año en la región, un ligero aumento respecto al 2,1% de este año. Sin embargo, se prevé que el crecimiento del grupo LA7, que incluye a Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, se desacelere al 2,0% desde el 2,4% en 2024.
El análisis del FMI indica que, excluyendo a Argentina y Venezuela, se estima que el crecimiento a medio plazo en la región de América Latina y el Caribe será de alrededor del 2,5% anual durante los próximos cinco años. Esta proyección es coherente con las bajas tasas de crecimiento históricas promedio de la región. El FMI atribuyó las modestas perspectivas de crecimiento a problemas arraigados como la inversión inadecuada, los lentos avances en productividad y los cambios demográficos, incluyendo la disminución de las tasas de natalidad y el envejecimiento de la población.
La organización también destacó el aumento de la deuda en la región, subrayando la necesidad de reformas de consolidación fiscal para allanar el camino hacia la normalización de la política monetaria, moderar las expectativas de inflación y reducir el riesgo país. El FMI enfatizó que se requieren esfuerzos más sostenidos para establecer una trayectoria descendente de la deuda, dado el diferencial desfavorable entre la tasa de interés y el crecimiento que enfrentan estas naciones.
Para mejorar los ingresos, el FMI recomendó enfocarse en aumentar la recaudación del impuesto sobre la renta personal, que actualmente es baja en toda la región. El organismo aconsejó pasar de políticas cíclicas a estructurales para impulsar el crecimiento potencial. Estas medidas incluyen fomentar el comercio internacional, desarrollar sectores de alta tecnología, mejorar la eficiencia de las inversiones públicas y promover la flexibilidad del mercado laboral.
Además, el FMI señaló la posición ventajosa de la región para beneficiarse de la transformación verde global, dada su abundancia de recursos minerales ecológicos. Para capitalizar esta oportunidad, el FMI sugirió fortalecer los marcos de inversión para atraer capital y aumentar los ingresos provenientes de recursos naturales para apoyar las necesidades de inversión social y pública.
