El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este lunes una línea de crédito flexible (LCF) de 1.500 millones de dólares para Costa Rica y destacó la fortaleza de las políticas económicas e institucionales que ha implementado el país.
El FMI indicó en un comunicado que la línea de crédito flexible fue aprobada por el directorio ejecutivo y que se trata de un acuerdo de dos años en el que Costa Rica podrá hacer uso de los fondos en caso de que así lo necesite para hacer frente a choques externos.
“Costa Rica tiene fundamentos económicos y modelos de política institucional muy fuertes. Una impresionante reforma ha elevado el crecimiento económico, reducido la deuda pública y bajado la pobreza. La perspectiva económica permanece favorable”, declaró en el subdirector gerente del FMI, Kenji Okamura.
El FMI explicó que este tipo de línea de crédito está reservado para países con buen desempeño económico y marcos de políticas fuertes.
El Gobierno de Costa Rica anunció el pasado 14 de mayo que había solicitado el acceso a esta línea de crédito con el objetivo de proteger al país ante choques externos y fortalecer la confianza de los mercados, ya que actúa como un tipo de seguro al ofrecer acceso inmediato a liquidez en caso de que el país lo necesite.
Entre los riesgos o choques externos citados por las autoridades costarricenses se encuentran la desaceleración económica de los principales socios comerciales, nuevas tensiones geopolíticas, medidas proteccionistas y salidas abruptas de capital de mercados emergentes.
El Banco Central de Costa Rica festejó este lunes la aprobación de la línea de crédito y enfatizó en que se trata de una medida “estrictamente precautoria”, pues se desembolsarían recursos únicamente si el país se ve en la necesidad de hacer frente a choques externos.
“Su uso se daría ante choques negativos de origen externo a la balanza de pagos. Por tanto, esta decisión forma parte de una estrategia para fortalecer la capacidad del país de mantener la estabilidad macroeconómica”, explicó el Banco Central.
Según las autoridades costarricenses, contar con la línea de crédito flexible mejorará el acceso a los mercados, fortalecerá la credibilidad fiscal y aumentará la resiliencia financiera, al mismo tiempo que contribuirá a mejorar la confianza de los mercados, impulsará nuevas oportunidades de financiamiento y reafirmará la disciplina fiscal costarricense.