La economía de la zona euro continuó expandiéndose a un ritmo muy lento en agosto, ya que el menor crecimiento del sector servicios contrarrestó la mejora de la producción manufacturera, a pesar del primer aumento en los pedidos totales desde mayo del año pasado, según reveló el miércoles una encuesta.
El Índice Compuesto de Gestores de Compras (PMI) de la zona euro de HCOB, elaborado por S&P Global, subió ligeramente hasta 51,0 en agosto desde 50,9 en julio, marcando un máximo de 12 meses pero indicando aún un crecimiento modesto. El umbral de 50,0 separa la expansión de la contracción.
Los nuevos pedidos en toda la economía aumentaron por primera vez desde mayo del año pasado, aunque de forma leve, ya que la demanda interna compensó la caída de los pedidos de exportación, que descendieron al ritmo más rápido desde marzo.
Entre las principales economías de la zona euro, España se mantuvo como la de mejor desempeño a pesar de una desaceleración en el crecimiento, seguida de Italia, que experimentó una ligera aceleración. La expansión de Alemania se ralentizó, mientras que Francia permaneció en territorio contractivo, aunque su PMI alcanzó un máximo de 12 meses de 49,8.
“Ir en bicicleta demasiado despacio puede hacerte caer. Ese es el riesgo al que se enfrenta la zona euro. Sí, la economía ha estado creciendo desde principios de año, pero el ritmo es dolorosamente lento”, señaló Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank.
“Las tensiones políticas en Francia y España, la incertidumbre en torno al acuerdo comercial UE-EE.UU. y los problemas persistentes en el sector automotriz clave no ayudan”, agregó.
La UE y EEUU alcanzaron un acuerdo marco comercial a finales de julio, pero hasta ahora solo se ha implementado el arancel básico del 15%.
El sector servicios, que domina la economía del bloque, experimentó una desaceleración del crecimiento hasta un ritmo marginal, con su PMI cayendo a 50,5 en agosto desde el máximo de cuatro meses de 51 registrado en julio.
La manufactura mostró su mayor aumento de producción en casi tres años y medio, aportando una nota positiva en un panorama económico por lo demás apagado.
El crecimiento general del empleo se aceleró hasta alcanzar un máximo de 14 meses, con las empresas de servicios aumentando sus plantillas mientras que las fábricas siguieron reduciendo personal.
No obstante, las presiones sobre los precios se intensificaron en agosto, con los costes de insumos subiendo al ritmo más rápido desde marzo y las empresas aumentando sus precios al ritmo más pronunciado en cuatro meses, lo que podría complicar las perspectivas de inflación del Banco Central Europeo.
La inflación general en el bloque subió ligeramente en agosto hasta el 2,1%, manteniéndose en torno al objetivo del 2% del BCE y probablemente reforzando las expectativas de que las tasas de interés permanezcan sin cambios a corto plazo.
La confianza empresarial apenas varió respecto a julio y se mantuvo por debajo de su promedio a largo plazo, lo que sugiere que las empresas siguen siendo cautelosas respecto a las perspectivas de crecimiento futuro.