La presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Anabel Gallardo dijo este lunes que el segundo aumento de 175 puntos en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que pasó de 4 a 5,75%, al final se trasladará al consumidor de productos, bienes y servicios.
“Todos los emprendedores y los que invertimos en el campo, así como otros negocios a nivel nacional, lo hacemos con préstamos bancarios, por lo que hemos manifestado que ha existido incrementos de un par de puntos en nuestras tasas de interés, que al final encarece lo que estamos produciendo”, dijo la empresaria ex directiva de la Fenagh.
Aunque las autoridades del Banco Central minimizan el incremento de 2,75% en tres meses, Gallardo les recordó que el mercado funciona de manera natural, “cuando hay subida en los costos de producción, en este casi vía tasas de interés, al final este incremento se traslada al consumidor final, punto”.
Gallardo recordó que desde el Cohep propusieron en 2022 que se tenía que elevar la TMP en forma gradual, lo que reduciria el impacto en los precios. “Posiblemente los impactos no iban a ser tan fuertes, pero se tomó la decisión hasta ahorita y es algo que se siente abruptamente por lo que el impacto será considerable para los inversionistas”.
Estimó que las nuevas tasas superarán el 9% de interés en ciertas actividades de producción. “Hay préstamos que ya nos han subido hasta dos puntos en la tasa de interés, como todos saben el agro ha estado bien deprimido en los últimos años por el tema del cambio climático y al final se puede afectar la canasta básica”, apuntó.
Consecuencias económicas
La Tasa de Política Monetaria (TPM) en Honduras, aumentó a 5,75%, lo que encarece el dinero con efecto directo en la economía, señala el analista Marvin Vázquez.
Para Vázquez, la medida refleja una “improvisación” en la política económica ya que en el resto del mundo las tasas van a la baja proque “actuaron a tiempo y evitaron una inflación alta”.
“Al aumentar el costo del dinero, las personas tendrán que pagar más intereses para financiar sus préstamos, ya sean hipotecarios, personales o vehiculares”, explicó. Una tasa de interés alta desincentiva la inversión, lo que frena el desarrollo de proyectos importantes y afecta negativamente a las pequeñas y medianas empresas.
“Esta desaceleración de la inversión podría traducirse en mayor desempleo y un alza en los precios de bienes y servicios, dado que las empresas tendrían que trasladar los costos financieros adicionales al consumidor final”, destacó.